A partir del año que viene, todas las personas que están percibiendo la prestación por desempleo (paro) en España tendrán que presentar la declaración de la Renta, aunque sus ingresos no superen el mínimo exento. Este nuevo aspecto ha pillado algo por sorpresa a quienes dependen de ese dinero para vivir, por lo que ha surgido cierta preocupación.
El cambio reside en que las personas tienen que declarar, también, los ingresos generados a lo largo del año, que incluye lo ingresado por desempleo. Aunque antes sólo se debía presentar esta declaración si se cumplían unos requisitos; ahora, será obligación de todo aquel que esté cobrando el paro, aunque los ingresos no lleguen a la cantidad mínima para poder declarar la Renta.
Por qué hay que declarar el paro
El motivo de la presente medida es velar por una mayor transparencia y control de las ayudas públicas. Desde el SEPE entienden que la declaración de la Renta es un buen método para detectar posibles fraudes y verificar las condiciones de acceso a las ayudas públicas. Esta modificación también permitirá ajustar el IRPF de forma más exacta y justa; la Administración busca que la contribución impositiva de cada persona se ajuste a su capacidad económica, sin importar si proviene de un trabajo o de una prestación por desempleo.
Qué conlleva este cambio en los ciudadanos
A muchos desempleados la obligación de tener que presentar la declaración de la Renta puede sonar a trámite engorroso, sin embargo, las mismas autoridades aseguran que la presentación será más sencilla de como parece. El SEPE y la Agencia Tributaria aseguran que facilitarán tanto el proceso como las herramientas. Los contribuyentes que perciban el paro y que deban hacer la declaración de la Renta tendrán que señalar, dentro de su declaración, la cantidad percibida en total durante el año. Esto se sumará a otras posibles formas de ingresos, como los ingresos derivados de alquileres y las ganancias patrimoniales, las cuales pueden modificar la cuantía a ingresar por IRPF.
Consecuencias fiscales del paro
Es importante señalar que el cobro del desempleo se considera renta del trabajo, aunque no siempre tiene una alta retención, dado que al ingresar a la misma no hacen más que incrementar la base imponible y modificar el tipo de gravamen aplicable. Por ello, algunas personas pueden llegar a pagar impuestos más altos al final del ejercicio. Algunas personas deben tener cuidado cuando encuentran esas situaciones porque, a pesar de que puede ser algo sorpresivo para la gente que no tiene cuidado, es un requisito para descubrir las sorpresas cuando se recibe una liquidación de lo más inesperada.
Cómo presentar la declaración de la Renta estando en paro
Para quienes tengan que presentar la declaración por primera vez, el proceso será el mismo que para el de cualquier otra persona. Con solo entrar al portal de la Agencia Tributaria, revisar los datos fiscales y seguir los pasos indicados, será suficiente para realizar dicho trámite. Es recomendable revisar con detenimiento todos los ingresos y, si fuera necesario, pedir asistencia profesional para que el resultado sea el más correcto posible. El SEPE enviará a los beneficiarios un certificado que contiene toda la información para poder llevar a cabo dicho proceso.
Una medida que intenta conseguir la igualdad
En definitiva, la obligación que se tiene de presentar la declaración de la Renta al percibir el paro intenta conseguir un sistema más justo y equitativo. La cosa podrá constar como un esfuerzo adicional para quienes se encuentran en situación de desempleo, pero se trata de una cuestión que intenta conseguir un sistema con mayor transparencia y control de las ayudas del Estado. Esta nueva medida recuerda la importancia de estar bien informado y alerta con las obligaciones cuando se percibe cualquier tipo de ingresos provenientes del Estado.