Debemos mencionar en primer lugar, que la palabra emprendimiento no aparece en la RAE (Real Academia Española). Es una sustantivación del verbo emprender, el cual, significa comenzar a hacer un proyecto, una obra, un negocio… Pero cuando escuchamos o leemos la palabra emprendimiento, con sus sucesivas relaciones como emprendedor, nos encontramos, habitualmente, con un significado relacionado con el ámbito económico o de negocios. Un emprendedor es un individuo que se aventura a crear una empresa o un negocio, asumiendo, o enfrentándose a los riesgos o peligros del mercado, unos riesgos de carácter económico mayoritariamente.
¿Por qué está tan presente está palabra en nuestros días? ¿De qué hablan esos hombres con traje y corbata cuando mencionan el emprendimiento?
Esta palabra ha sustituido al anterior autónomo, ¿por qué? Es más llamativo utilizar palabras nuevas, la novedad incita a prestar más atención a los discursos, a pensar que se ha generado un cambio. La solución a la cuestión de porque escuchamos tanto esta palabra hoy en día y no anteriormente, es por la grandísima cantidad de paro que existe en nuestro país. [pullquote align=»left|center|right» textalign=»left|center|right» width=»30%»]El actual emprendedor ha sustituido al anterior autónomo[/pullquote]En los momentos en los que existían tantos puestos de trabajo, los políticos y los economistas no incitaban a la población a crear sus propias empresas, pero ahora son una gran solución, porque no son públicas, es decir, el estado no se responsabiliza de ellas, y porque generan una gran cantidad de puestos de trabajo. Es cierto, por otra parte, el estado ofrece subvenciones y ayudas a las personas que deciden emprender y crear nuevas empresas, pero no son suficientes teniendo en cuenta que los mercados están muy estables y es difícil entrar porque el poder está en manos de pocas empresas.
Potenciando la creación de pequeñas empresas el estado elimina su obligación de crear puestos de trabajo públicos y ahorran dinero en algo tan importante y con tanta trascendencia como los salarios de los trabajadores.
[pullquote align=»right» textalign=»left|center|right» width=»30%»]El estado ofrece subvenciones y ayudas a las personas que deciden emprender[/pullquote]Si el objetivo termina siendo la creación masiva de pequeñas empresas y el sostenimiento de las grandes, el poder del estado, la capacidad de intervenir en la política económica, y por tanto, la única posibilidad de que el poder no caiga en las manos de grandes empresas que solo buscan el beneficio económico sin ninguna intención de fomentar un bien social ni unas externalidades positivas, terminará siendo nula y el estado acabará siendo tan solo un conjunto de instituciones de carácter administrativo y acabará subyugado al dinero.
Desde mi punto de vista la necesidad de crear empresas pequeñas que se introduzcan en mercados accesibles a todos los individuos y de un carácter rutinario, es decir, de acciones diarias, como comprar el pan, la comida… es imprescindible, pero hay límites que no deben superarse dado que las consecuencias a largo plazo serán peores que la solución a corto plazo. La solución al problema de la crisis, debe ser algo mucho más meditado, debe asentarse sobre unas bases que solucionen realmente el problema y no sean tapaderas o parches que solo eviten que la herida siga sangrando, pero no que cicatrice.