El “Clientelismo” surge como una relación entre las acciones políticas y la ciudadanía, donde se produce un intercambio de recursos y ayudas económicas, para conseguir una lealtad de voto. Sin embargo este tipo de Clientelismos no concede la posibilidad de salir de esta situación, ya que son ayudas que se conceden por un tiempo limitado, y no se trabaja con la persona en su desarrollo personal, sólo cubren las necesidades básicas que tienen en ese momento.
Es un uso excesivo de los Servicios Sociales, donde la ciudadanía se conformaría con las ayudas que están percibiendo sin realizar cambios, para modificar la situación en la que se encuentran.
Este concepto existe desde la época de los patrones y campesinos, donde ambos obtenían un beneficio el uno del otro, pero los campesinos nunca lograrían cambiar su estatus.
Elizabeth Jelin (1994), socióloga argentina, plantea dos puntos de vista:
- Una forma de dominio y control sobre aquellos que necesitan ayuda, sin posibilidad de desarrollarse.
- Una relación social solidaria.
En ambos casos, lo que podemos destacar es una desigualdad de poder.
Diferentes Tipos de Clientelismo:
- Clientelismo Forzado: Por la precaria situación en la que se encuentra el “Cliente”, o presiones por parte del cliente hacia la parte que presta la ayuda (hay una falta de confianza entre ambas partes).
- Clientelismo Ilusionario: se da un grado de confianza y lealtad entre ambas partes, aunque puede llegar a no cumplirse lo prometido.
- Clientelismo Moderno: Es un clientelismo sin compromiso, ya que la persona acude a la Administración a solicitar una ayuda, sin conocer previamente a la persona que te va a atender.