El sinhogarismo es la peor de las consecuencias que pueden existir de la actual situación de crisis. Se caracteriza por ser una situación de vulnerabilidad y desestructuración familiar, social, y por supuesto, económico.
Desestructuración familiar, porque muchas veces independientemente de la razón, la familia les da la espalda (divorcios, adicciones, etc.). Social, porque el hecho de ser una persona sin hogar la sociedad los etiqueta como personas no gratas porque están sucias, consumen drogas, roban, etc. Estigmas y mitos que muchas veces no son ciertas. Llegando a tal punto que muchas veces se convierten invisibles para la sociedad.
Y, finalmente, económico porque la situación en la que se encuentran es gracias a que no tienen derecho a ninguna ayuda o prestación por no cumplir con los requisitos establecidos.
Es decir, es un proceso largo y traumático que se origina a raíz de un determinado hecho en la vida y termina en la más absoluta situación de exclusión. Por ejemplo, divorcios en los que la persona pierde el derecho de residir en su hogar, tener la obligación de pagar una prestación a su ex pareja, perder el empleo, etc. Finalizando con una situación de depresión y comienzo de consumo de alguna sustancia.
Es muy difícil determinar una cifra exacta de las personas que se encuentran sin hogar. De hecho no existen datos exactos sobre la cantidad total de las personas que no tienen un hogar, ya que solo están registrados las personas que utilizan los recursos que ofrecen las diferentes instituciones que trabajan por y para las personas sin hogar. Se estima que existen unas 40.000 personas sin hogar de las cuales sólo 23.000 personas están registradas por el instituto nacional de estadística (INE).
Actualmente para dar solución al sinhogarismo se utiliza un proceso escalonado donde la persona debe ir paso a paso cumpliendo objetivos para poder conseguir mayor autonomía o la independencia.
Sin embargo, los resultados no son muy favorables y muchos antes de conseguir su objetivo principal abandonan el proceso y vuelven a la calle. Por ello, actualmente se está poniendo en marcha un método que comenzó a ponerse en práctica en Nueva York llamado, Housing First
Este método es totalmente contrario al que está establecido, ya que la persona sin hogar pasa directamente a vivir en una vivienda individual de manera permanente, digna y adecuada a sus necesidades. Ya que va dirigido a aquellas personas que viven en la calle y, en especial, a aquellas que están en una situación cronificada ya sea por enfermedad o por tener alguna adicción
En esa vivienda se da apoyo a la persona en lo que necesite a través de un equipo profesional y/o por alguna persona voluntaria. Y se precisará de una persona mediadora para comprobar y apoyar a la persona en las actividades diarias.
Creo que gracias a este proyecto el futuro de muchas personas podrá cambiar a mejor ya que el hecho de tener un hogar desde cero tiene varios factores positivos, por un lado; un factor en el que no voy a profundizar, dar uso a pisos que están desocupados por una buena causa. Y, por otro lado, el hecho de tener un hogar, implica preocuparse por cuestiones más importantes para que su día a día sea lo más normalizada posible:
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fomentar la autonomía
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poder tener accesible herramientas necesarias para la higiene diaria.
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la autoconfianza
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fomentar comportamientos acordes a una persona autónoma ( formarse, buscar empleo, utilizar los recursos que proporcionan las diferentes instituciones, etc.)