Si le preguntamos a una persona mayor qué es el bullying, quizá no sepa qué responder. Pero si le hablamos de acoso o abuso escolar, en seguida le vendrá a la mente más de un ejemplo cercano. Porque el bullying ha existido siempre, y existirá si no se toman medidas para detenerlo.
El 14 de octubre del pasado año un niño de 11 años se quitó la vida en Leganés (Madrid) por la presión que sentía en el colegio. Este suceso ha reactivado las alarmas, y ha vuelto a desenterrar el tema del bullying. Los casos de acoso y abuso suceden día tras día, en España y en el resto del mundo, y no podemos olvidarlos ni asumirlos como un hecho que no se puede evitar.
En esta tabla podemos observar una estimación de todos aquellos alumnos de cinco institutos de Valladolid que sienten ser víctimas de acoso. Casi el 30% de casi 500 alumnos se concebía como víctima de acoso en el colegio. Con esta tabla pretendo exponer que el bullying es un hecho que se repite más veces de las que creemos, y que no son hechos aislados, sino que suceden a menudo.
La regulación del bullying en España no se encuentra de forma independiente en el Código Penal, si no que aparece recogida en el apartado de las torturas y otros delitos contra la integridad moral. Está penado con condenas de 6 meses a 2 años en cárcel. Esta legislación tiene como foco también el centro estudiantil, por no haber puesto a disposición de la víctima las medidas oportunas.
Otra modalidad del acoso que es muy habitual es el llamado Cyberbullying. Este suele darse sobre todo entre adolescentes, y es consecuencia del mal uso de los nuevos dispositivos electrónicos como móviles u ordenadores. El Cyberbullying es un acoso más psicológico que físico, pero no deja de ser un acoso con consecuencias similares al bullying. Pueden ser mensajes insultantes, difusión de información privada de la víctima, exclusión de grupos…
¿Cómo puede tratarse el bullying?
El tratamiento del bullying es complejo, porque mayoritariamente suele darse en [pullquote align=»left|center|right» textalign=»left|center|right» width=»30%»]Porque es la educación la única forma de evitar el bullying[/pullquote]adolescentes, y estos por miedo, no suelen actuar. Por ello los padres deben observar las reacciones y las actitudes de sus hijos, y al primer síntoma acudir a un profesional. Es el psicólogo el que puede ayudar al adolescente a superar el trauma del año producido por el abuso, y también, puede ayudar a los padres a afrontar de una manera más cercana la relación con su hijo. Porque es el trauma el daño que más perdura en el adolescente, y el más difícil de cicatrizar.
Debo exponer que en este conflicto la justicia no tiene mucho que hacer, sino que son los padres o los expertos los que deben tratar de remediar estos sucesos y buscar la solución. Porque es la educación la única forma de evitar el bullying.
Por otro lado, existen proyectos educativos como KiVa, un proyecto finlandés que pretende formar a los profesores de los colegios para detectar estos casos. Explican que se compone de prevención, intervención y seguimiento de la situación de los estudiantes, ya que los profesores comparten una gran cantidad de horas con los alumnos y pueden observar sus relaciones con el resto.
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