A gran parte de la población de nuestro país le ha pasado esto: nuestra situación familiar o laboral cambia, no tengo los ingresos necesarios, y te encuentras ante un mar de dudas sobre qué ayudas podrías solicitar, dónde y cómo. Y es que, dentro del sistema de protección nos encontramos con un amplio abanico de prestaciones y ayudas, las cuales se gestionan de diversas formas y por distintas entidades.
Esto, a priori, podría parecer un aspecto positivo ya que parece que, si hay tantos tipos de ayudas tenemos más posibilidades de estar cubiertos ante situaciones complicadas. Sin embargo, no hay nada más lejos de la realidad. Y es que a la hora de la verdad poco hay a lo que agarrarse, siendo así un sin sentido el que existan tantos tipos de ayudas, si después apenas cubren a una parte de la población necesitada.
Las cifras que abruman
Digamos que las principales entidades públicas que gestionan la mayor parte de las prestaciones y ayudas en nuestro país son el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y la Seguridad Social (INSS). Solo entre las dos, suman más de 30 ayudas diferentes. Y eso contando solo con estas dos entidades.
Si le sumamos las ayudas autonómicas y locales y las extraordinarias lanzadas ante la crisis por la pandemia del Coronavirus, la cifra resultante es abrumadora.
Por desgracia, por más alta que pueda parecer la cifra de ayudas disponibles cuando los aplicamos a la vida real, muchas resultan similares, excluyentes entre ellas, con cuantiás que apenas cubren las necesidades mas básicas o con requisitos exigentes que solo pueden alcanzar un pequeño número de población.
Parte del catálogo de prestaciones disponibles:
SEPE
- La prestación contributiva
- El subsidio por insuficiencia de cotización
- La ayuda familiar
- El subsidio para mayores de 45 años que agotan la prestación contributiva
- Subsidio para mayores de 52 años
- Subsidio para emigrantes retornados
- Subsidio para liberados de prisión
- Subsidio por revisión de una incapacidad
- La renta agraria y subsidio agrario
- La Renta Activa de Inserción (RAI)
- El Subsidio Extraordinario por desempleo (SED)
- ERTE
Seguridad Social
- Ingreso Mínimo Vital
- Incapacidad temporal.
- Riesgo durante el embarazo.
- Riesgo durante la lactancia natural.
- Nacimiento y cuidado de menor.
- Cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave.
- Corresponsabilidad en el cuidado del lactante.
- Incapacidad permanente.
- Lesiones permanentes no invalidantes.
- Jubilación.
- Auxilio por defunción.
- Pensión de viudedad
- Prestación temporal de viudedad.
- Pensión de orfandad.
- Prestación de orfandad por violencia contra la mujer.
- Pensión en favor de familiares.
- Subsidio en favor de familiares.
- Indemnización especial a tanto alzado, en los supuestos de accidente de trabajo y enfermedad profesional
- Prestación económica por nacimiento/adopción de hijo, en supuestos de familias numerosas, monoparentales y en los casos de madres con discapacidad.
- Prestación económica por parto o adopción múltiples.
- Pensión no contributiva
Ayudas a la vivienda, viviendas de protección oficial, ayudas al alquiler.
Rentas mínimas de inserción autonómicas (RMI)
Ayudas destinadas a colectivos específicos:
- Personas con discapacidad
- Víctimas de violencia de género
- Ayudas para jóvenes
- Ayudas destinadas a personas en situación de Dependencia
Ayudas destinadas a trabajadores por cuenta propia
Ayudas y bonificaciones en suministros:
Este es solo un ejemplo del largo listado de prestaciones y subsidios existentes en nuestro país.
Cómo accede la población a la información pertinente sobre las ayudas que puede solicitar
Probablemente este sea uno de los grandes conflictos con respecto a esta problemática. Y es que resulta muy complicado saber a dónde dirigirse para poder obtener una información real y completa. Esto se debe a que, normalmente, cuando nos surge una situación de necesidad, no se suele limitar a un solo aspecto, si no que es necesario contemplar una solución desde varias perspectivas.
Por ejemplo: una persona pierde su empleo, y lo más lógico es que acuda al SEPE para conocer si puede solicitar alguna prestación o subsidio. Sin embargo, posiblemente, sea conveniente que conozca otros tipos de ayudas que se complementen, como ayudas a la vivienda, bonificaciones ante las facturas de suministros, etc.
Entonces, ¿tendríamos que hacer un largo recorrido de una entidad a otra para informarnos y solicitar las ayudas que nos correspondan? La respuesta es sencilla: si.
Si bien es cierto que, acudiendo a los Servicios Sociales de nuestra zona de referencia, podremos obtener una información mas completa del catalogo al que podemos acceder según sea nuestra situación. Sin embargo, no todo se puede solicitar y tramitar desde los Servicios Sociales, por lo que habría que acudir a diversas oficinas o gestionar las solicitudes vía online, en diferentes plataformas web, con todo lo que eso conlleva.
Además, en muchas ocasiones, nos encontramos con que los propios profesionales a los que acudimos, no conocen todas las ayudas disponibles, centrándose quizá en el ámbito en el que se encuentren empleados. Y es que, el catálogo de ayudas es igual de largo para la ciudadanía como para los profesionales, además de que, las prestaciones suelen variar y modificarse con mucha asiduidad, por lo que mantenerse al día de todas ellas, resulta casi imposible.
Conclusiones
Años atrás ha habido algunas propuestas para unificar las ayudas y simplificar así el procedimiento. Esto no solo beneficiaría a la población, sino que se reduciría el procedimiento administrativo necesario para tramitar, cruzar datos y resolver las solicitudes.
No obstante, ninguno de estos planteamientos ha llegado a buen puerto, y continuamos con este sistema de prestaciones confuso y tedioso, que a nadie beneficia y en cambio si que perjudica a sus posibles perceptores.
Ante una situación complicada, con problemas sociales y económicos, no podemos permitir que una persona se ahogue en un mar de posibles ayudas, requisitos, documentos y plazos.
Es necesario un cambio integral, en el cual se unifiquen el mayor numero posible de ayudas y se simplifiquen las opciones, haciendo así que se presenten más accesibles y efectivas. Para que todas aquellas personas que en un momento de su vida las necesiten, puedan acceder a ellas.