Hacienda realiza un trabajo exhaustivo con el objetivo de detectar fraudes en el pago de impuestos e incumplimientos de trámites fiscales considerados como infracciones, así como movimientos de dinero en efectivo y pagos con tarjetas que superen ciertas cantidades. Las multas y sanciones de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) a los contribuyentes que no cumplen con las normas de la legislación actual en España representan el pago de importantes cantidades de dinero, por lo que son temidas tanto por estos como por las empresas.
Por ello, es fundamental estar al tanto de las leyes y asegurar que cada transacción económica esté correctamente registrada, ya que el incumplimiento de este deber puede conllevar infracciones tributarias, muchas de ellas muy graves. Tanto es así que, en algunos casos, las sanciones de la Agencia Tributaria pueden llegar hasta los 120.000 euros.
¿Qué es una infracción tributaria y cuáles son los tipos de multas?
Una infracción tributaria se comete cuando un contribuyente no cumple con una obligación tributaria, lo que convierte a la persona física o jurídica en un infractor para Hacienda. Estas obligaciones se multiplican en el caso de trabajadores autónomos y empresas, que deben estar atentos a cumplir con el Fisco para evitar ser multados.
Si Hacienda identifica alguna irregularidad, interpondrá una sanción económica correspondiente a dicha infracción. Estos son los tres tipos de sanciones de la Agencia Tributaria aplicables a todos los contribuyentes en España, en función de la gravedad:
- Las multas tributarias leves representan el 50% de multa de la cantidad que no se haya declarado, y suelen ser sanciones desde los 100 hasta los 3.000 euros.
- Las multas tributarias graves suponen el 100% de multa de la cantidad no declarada. Estas sanciones superan los 3.000 euros.
- Las multas tributarias muy graves representan el 150% de multa de la cantidad que no ha sido declarada, y en estos casos se exhibe una clara intención de ocultar información fiscal a propósito. Pueden llegar a ser delitos fiscales si superan los 120.000 euros.
Te interesa
Las multas de Hacienda más comunes en España
Algunas de las razones más habituales por las que la Agencia Tributaria puede imponer sanciones a los contribuyentes son las siguientes:
- No hacer, o hacer con retraso, la declaración trimestral del IVA y del IRPF, así como la Declaración de la Renta
- No liquidar una deuda con Hacienda
- Pedir u obtener devoluciones que no le corresponden
- No realizar facturas (cobrar en negro)
- Ocultar o declarar erróneamente los ingresos
- Identificar erróneamente las facturas
- No indicar el domicilio fiscal real
- Falsificar o declarar mal los gastos de la empresa
¡Síguenos en redes!
