Mas de un año de pandemia y seguimos con la misma «brecha digital»
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado el pasado miércoles 14 de julio, la Carta de Derechos Digitales. Que, según él gobierno, sitúa a España «a la vanguardia internacional» del derecho de la ciudadanía en el ámbito digital. Ya que se trata de una medida «inédita» a nivel internacional.
Sánchez ha señalado que, pese a que el carácter de la carta no es «normativo», supone un deber «autoimpuesto» para el Gobierno que debe servir como referencia para la acción de todos los poderes públicos en el objetivo de desarrollar políticas públicas más justas.
El derecho al acceso inclusivo a internet
Según ha indicado el jefe del Ejecutivo, se trata de «proteger derechos en esta era de Internet». Por ejemplo, de las «personas maduras que han llegado tarde al manejo y al conocimiento de los ordenadores y que son incapaces de realizar gestiones cotidianas con su banco, con la administración pública o con su médico y, por tanto, se ven excluidas de la gestión de temas absolutamente esenciales para su bienestar».
Políticas específicas para abordar las brechas de acceso
En este sentido, en la Carta de Derechos Digitales, dentro del apartado «Brechas de acceso al entorno digital», se especifica que «se promoverán políticas públicas específicas dirigidas a abordar las brechas de acceso atendiendo a posibles sesgos discriminatorios basados en las diferencias existentes por franjas de edad, nivel de autonomía, grado de capacitación digital o cualquier otra circunstancia personal o social para garantizar la plena ciudadanía digital y participación en los asuntos públicos de todos los colectivos en mayor riesgo de exclusión social, en particular el de personas mayores, así como la utilización del entorno digital en los procesos de envejecimiento activo».
El presidente del Gobierno ha insistido en la oportunidad que representa la transformación digital y la necesidad de «mitigar los riesgos» que esta conlleva para que sea integradora «desde el punto de vista de género, generacional y territorial».
Respecto a esto último, ha remarcado la importancia de que esta sea un elemento de vertebración territorial: «Ningún territorio puede quedar al margen de esta transformación y transición digital», ha subrayado el presidente, que ha reconocido que la pandemia ha evidenciado que, a veces, la tecnología ha avanzado más rápido que las políticas públicas.
Hoy nos situamos a la vanguardia internacional al adoptar la Carta de #DerechosDigitales. Necesitamos poner límites y establecer unas normas justas para poder regular éticamente la nueva realidad digital. La tecnología debe estar al servicio de las personas y no al revés. pic.twitter.com/Rj6yzTXUkn
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) July 14, 2021
En qué consiste la brecha digital
Las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) ofrecen numerosas ventajas: mayor acceso a la información, reducción de costes en el sector laboral, mayor conectividad entre las personas, etc. Pero la digitalización no se está dando por igual en todo el mundo y es que, también en esto, existe un desequilibrio y recibe el nombre de brecha digital.
La desigualdad en el acceso a Internet y las TIC se conoce como brecha digital y afecta al 52 % de las mujeres y al 42 % de los hombres del mundo. En solo unos días, el coronavirus SARS-CoV-2 nos encerró en casa y tuvimos que estudiar, trabajar y mirarnos a los ojos a través de una cámara.
El acceso a Internet nos ha permitido a muchos seguir adelante con nuestras vidas a pesar de la pandemia gracias a modalidades como el teletrabajo o la educación online. Pero la realidad no es igual en todo el mundo.
De hecho, casi la mitad de los habitantes del planeta, (alrededor de 3.600 millones de personas), no tiene siquiera acceso a la red. Según advertía a finales de 2019 la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Consecuenticas de la brecha digital
Incomunicación y aislamiento
Los habitantes de áreas remotas a las que no llega Internet están incomunicados. Algo parecido les ocurre a los residentes de zonas urbanas que viven desconectados al provocar aislamiento social.
Barrera al estudio y al conocimiento
La crisis del coronavirus ha mostrado los efectos de la brecha digital en la educación: profesores y alumnos en fuera de juego por carecer de la tecnología y las competencias digitales suficientes. También aumenta la ignorancia al limitar el acceso al conocimiento.
Acentúa las diferencias sociales
El analfabetismo digital disminuye las opciones de encontrar trabajo o de acceder a un empleo de calidad. Lo que repercute negativamente en la economía de los trabajadores.
Discriminación de género
Como vimos al principio, la brecha digital perjudica más a las mujeres que a los hombres. Lo que vulnera los principios de igualdad de género.
La importancia de la Carta de Derechos Digitales
La jurista Susana de la Sierra, participante en el grupo de expertos consultados para elaborar la Carta de Derechos Digitales presentada este miércoles, considera el documento diseñado pionero en Europa.
Durante su ponencia en el encuentro, De la Sierra, ha advertido que con la digitalización se corre el riesgo de que se abra una brecha entre personas o colectivos, más grande si cabe de la que ya existe. Algo que, se intenta evitar en la Carta de Derechos Digitales.
En el apartado de derechos de igualdad, se incluye perspectiva de género y se ahonda principalmente en la protección de derechos de los menores en el entorno digital. Y se afirma un compromiso para elaborar políticas públicas que velen por la no discriminación por edad, territorio, género o discapacidad.
Además, la experta ha destacado el derecho a la alternativa analógica. «Se consagra el derecho en que en los entornos digitales siempre haya una alternativa analógica. Ya que el acceso a la digitalización no es igual en todos lados», ha afirmado De la Sierra, que ha destacado que de esta forma «no se deja a nadie atrás».