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Seguimos con la serie de artículos dedicados a la adolescencia y hoy tratamos el tema de los castigos. ¿Son efectivos en la adolescencia? ¿Son la herramienta más práctica que tienes como padre o madre?
Si muchas veces te has preguntado si es adecuado o no castigar a tu hijo adolescente ante una conducta inapropiada, sigue leyendo porque en este artículo te doy la respuesta.
Los castigos no siempre funcionan con los adolescentes
Y es que una de las características en esas edades es que los adolescentes no aceptan la autoridad y se rebelan ante cualquier norma o límite que se les imponga. Es así, acéptalo.
Y déjame decirte que los castigos no son eficaces a largo plazo. Solamente son eficaces a corto plazo, porque los adolescentes inmediatamente dejan de realizar la conducta que no nos parece correcta.
¿Qué provoca el castigo en tu hijo adolescente?
Rebeldía y mucho resentimiento. Ni más ni menos. Te va a ver como su principal enemigo. Y eso es lo que no queremos conseguir con ellos.
Esta etapa es para acompañarlos, no para crear conflicto. Demasiado conflictiva es esta etapa ya de por sí.
Así que olvídate de “te quito el móvil”, “hoy no sales con tus amigos” o frases de este estilo.
Ante una conducta inapropiada en tu hijo adolescente debes utilizar otras herramientas más efectivas, como establecer el diálogo entre padres e hijos, llegar a pactos y acuerdos, negociar con ellos. EN DEFINITIVA, ACOMPAÑARLOS PARA VER QUE SE HAN EQUIVOCADO.
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Alternativas al castigo en la adolescencia
Como hemos visto, cuando aplicas un castigo a tu hijo, tienes que contar con que, aunque tenga el efecto que queremos a corto plazo, a largo plazo tiene unas consecuencias muy negativas sobre él. Una bajada de la autoestima, temor, desconfianza o rencor hacia nosotros.
Es por eso por lo que te voy a dar algunas alternativas que puedes utilizar en lugar de castigar a tu hijo adolescente a la primera de cambio:
Acompaña a tu hijo
Creo que es la base de todo. Y así te lo he manifestado desde el principio de este artículo.
Cuando tu adolescente tiene un conflicto es cuando más necesita sentirse acompañado por sus padres, sus referentes. Así que cuando realice esa conducta que no ha sido apropiada, ayúdale a reflexionar por qué lo ha hecho.
De esta forma, irá tomando conciencia y sustituirá el ir aprendiendo, en vez de sentirse culpables, a buscar soluciones y hacerse responsables de sus comportamientos.
Invítale a que exprese lo que siente
Crea un lugar seguro para tu hijo adolescente. Hazle sentir que lo apoyas, que estás ahí. Te aseguro que la próxima vez sabrá perfectamente a quién acudir.
Conviértete en un ejemplo para tu hijo
Olvídate de los sermones, de las charlas eternas, de lo que tú hiciste cuando tenías su edad. Nada de eso te va a servir.
Los hijos imitan las conductas, pero no van a escuchar tus largas explicaciones. Recuerda esto: hacen lo que hacemos, no lo que decimos.
Si realiza algo que no te gusta, tómate un tiempo antes de reaccionar
Ya sabes que en caliente todo puede convertirse en algo peor y podemos decir cosas de las que luego nos vayamos a arrepentir.
Antes de hacer o decir nada, debes relajarte y tomar algo de distancia. Cuando pase un rato y DE VERDAD ESTÉS RELAJADO O RELAJADA, es momento de hablar con tu hijo adolescente y abordar la situación.
Así, ambas partes en calma llegaréis antes a acuerdos y soluciones favorables para ambos. Y lo mejor de todo, no ha habido gritos, ni insultos ni enfados que, de verdad, no sirven de nada.