La construcción, y por tanto sus trabajadores como los albañiles, no pasan por su mejor momento. Estamos ante un sector en el que gran parte de los trabajadores tienen una elevada edad y cuyas condiciones laborales no lo hacen atractivo para los jóvenes y adultos a la hora de apostar por un trabajo. Y esto puede tener importantes consecuencias a largo plazo. José Luis Ruiz, albañil de larga trayectoria, lo tiene claro: “Nuestro trabajo es de plantear, agacharse, subir, bajar… Tengo 62 años, pero si tuviera 40 me iba de la construcción”.
De acuerdo a los datos de la Fundación Laboral de la Construcción, hasta 149.000 trabajadores del sector están por encima de los 60 años de edad y 164.000 tienen menos de 30 años. Estos datos han creado alerta en los profesionales, que ven un futuro muy complicado si no se mejoran las condiciones. José Luis, encargado de una obra en Zaragoza, ve la situación con cierta preocupación: “Estuve año y medio como administrativo y ganaba 20.000 pesetas, mientras que mi hermano en la obra se llevaba 85.000. Ese estímulo hoy ya no existe. Hay gente trabajando en la construcción por 1.100 y 1.200 euros”.
A los salarios que se reciben hay que añadir el incremento del coste de vida, lo que hace imposible, con esas cantidades, que un joven pueda emprender una vida en pareja o en solitario: “Un oficial de primera se podía ir a comprar un piso. Ahora, ese mismo oficial, con mujer, igual termina de pagar el piso a 30 o 40 años”.
Un coste físico y psicológico para los albañiles
No todo se centra en el salario, también hay un desgaste físico y psicológico por un trabajo exigente y que requiere de una preparación idónea para aguantarlo: “Yo no he tenido ningún accidente, pero la edad pesa. Nuestro trabajo es de plantear, de agacharse, de subir, bajar… Ando unos 25.000 pasos al día, subiendo y bajando. Ya empieza a pesar. ¿Cómo queremos que la gente se meta en nuestro oficio? Yo tengo 62 años, pero si tuviera 40, me iba de la construcción”, se pregunta José Luis.
Son muchos los factores que están haciendo que la construcción se esté quedando sin relevo y los que están en el sector “es porque no les queda más remedio, el 80% o el 90% no son profesionales”. La mayoría de los trabajadores son extranjeros y no cuentan con la suficiente preparación para trabajar en la obra, aseguran fuentes del sector. Encima, cuando se les ha formado, deciden buscar una salida.
Un choque cultural
Una de las diferencias de los más veteranos de la construcción con los más jóvenes está en la aceptación de las condiciones de trabajo. Aquí los más veteranos dan la razón a los que están empezando: “Lo primero que preguntan es por las condiciones de horarios que van a tener y lo veo bien. Si piensas tener familia e hijos, habrá que tener un horario para conciliar. Antes no lo entendía, pero es que tiene que ser así”, comenta Manolo Grande, trabajador de la construcción y responsable de la Federación de Construcción de UGT Aragón.
Una posible solución, la jubilación anticipada
Los trabajadores de la construcción ven una posibilidad para cambiar la visión que hay del sector y es la aplicación de los coeficientes reductores de la edad de jubilación. En la actualidad, los trabajadores de la construcción con 38 años cotizados se pueden jubilar a partir de los 63 años, aunque con penalización, pero hay muchos que no llegan al tiempo marcado por cuestiones físicas: “Si a todos los problemas que tenemos, no llegas a la edad mínima para jubilarte con el 100%, es una de las injusticias más grandes del sistema laboral de este país”, expone Grande.
Llevas mar razón que un santo¡¡ yo tengo 58 y estoy machacado de la construcción, pero aquí poca jente se puede jubilar a nuestra edad¡¡ ay que cambiar esto..
Así es,yo tengo 48 años, 3 hernias discales, las caderas me tienen que poner prótesis, estoy lleno de artrosis y sigo currando. Los jóvenes no quieren trabajar, quieren billetes sin hacer naaa y eso no es asin