En las últimas semanas, los autónomos están acaparando parte del debate político por las nuevas condiciones previstas para 2026, que no han gustado en el sector. Pero para el mismo, aunque parezca difícil, hay buenas noticias. Desde la Dirección General de Tributos se ha confirmado que si eres un autónomo que trabaja desde casa podrás deducirte parte del alquiler de tu vivienda en el IRPF, siempre que utilices una zona concreta para tu actividad profesional. Esta decisión, por fin, reconoce algo tan lógico como que tu despacho en casa también cuesta dinero.
Tras muchos años de dudas y de criterios poco claros, desde el Ministerio de Hacienda se da un paso adelante y se aclara que los autónomos pueden deducir el porcentaje del alquiler equivalente al espacio que usan como oficina, siempre que esté bien delimitado y registrado. Una medida que alivia el bolsillo de miles de profesionales y que, además, llega gusto cuando el teletrabajo se ha convertido en la norma para muchos.
Así funciona la nueva norma para los autónomos que trabajan en casa
La clave la encontramos en la proporcionalidad. Si, por ejemplo, utilizas un 30% de tu vivienda para trabajar, podrás deducir ese mismo porcentaje del alquiler en tu Renta. Eso sí, Hacienda exige que esa zona esté claramente delimitada del resto de la casa. Es decir, nada de trabajar en el sofá y deducirte medio piso.
Si cuentas con una habitación que se usa de forma exclusiva como despacho, hay que incluirla como zona afectada a la actividad en tu contabilidad. Además, hay que guardar el contrato de alquiler, los recibos mensuales y alguna prueba visual por si Hacienda decide comprobarlo.
Una menor carga fiscal para los autónomos
Durante muchos años, los autónomos que teletrabajaban han sentido que estaban en desventaja frente a aquellos que alquilan un local. Con este nuevo criterio, se reconoce que trabajar desde casa también tiene costes reales, desde el alquiler hasta los suministros. También el Tribunal Supremo ha ido un paso adelante y ha abierto la puerta a deducir IVA de luz, agua y gas de forma proporcional. Es decir, si se usa un 25% de tu casa como despacho, podrás aplicar dicho porcentaje a tus facturas de energía.
Según los últimos estudios realizados por el Ministerio de Trabajo, más del 35% de los autónomos trabaja desde casa. Esta deducción supone un ahorro de cientos de euros al año, dependiendo siempre del alquiler y del tamaño del espacio.
Pero ojo, no todo vale. Desde Hacienda se insiste en que la contabilidad deber ser impecable y que los gastos tienen que estar bien justificados. Por tanto, si se hacen las cosas como se debe, esta medida puede convertirse en un verdadero alivio fiscal.
Lo que deben tener en cuenta los caseros
No todos son ventajas automáticas. Si eres inquilino autónomo y trabajas desde casa, tu casero debe saberlo, ya que podría afectar a sus propias deducciones fiscales. Cuando parte del inmueble se destina a una actividad profesional, el propietario de la vivienda puede perder el derecho a la deducción por alquiler de vivienda habitual, que oscila entre el 50% y el 90% dependiendo de la zona.
Por tanto, antes de firmar o renovar el contrato de alquiler, acuerda con el propietario el porcentaje de uso profesional.
Por otra parte, la Agencia Tributaria puede pedir documentación que demuestre el uso profesional de ese espacio, contrato de alquiler, facturas, contabilidad y hasta fotos. Así que nada de improvisar y tenerlo todo bien atado desde el principio para evitar sustos mayores.
Y los autónomos que trabajan desde su propia casa, entonces que son propietario ?