El Ministerio de Transportes, liderado por Óscar Puente, pretende elevar la velocidad de los trenes de alta velocidad españoles (AVE) hasta los 350 km/h, en la actualidad en 300 km/h y el primer paso es el corredor Madrid – Barcelona, que es el más saturado del país. El objetivo es absorber más demanda, reducir los tiempos de viaje y aliviar una red con muchas incidencias y que necesita modernización. Con la nueva velocidad, de las 2 horas y 48 minutos que se tarda en la actualidad en realizar el viaje entre las dos principales ciudades de nuestro país, se pasará a menos de 2 horas.
En palabras del ministro, “poniendo nuestra red a 350 kilómetros por hora nos convertiremos en el único país, junto con China, que tiene una infraestructura de estas características. Hay países europeos que también se lo plantean, como Polonia, que aún no tiene ni un kilómetro de alta velocidad, y Reino Unido está desarrollando la línea Londres-Birmingham en la que se pretende operar a 360 kilómetros por hora”.
Un elemento clave
Para lograr un mayor desempeño de los tres de alta velocidad será clave la instalación de las llamadas aerotraviesas, en las que Adif y Sener trabajan desde 2008. Estos elementos en la vía permiten reducir en un 21% la carga aerodinámica que ejercer el material rodante. El incremento de velocidad, sólo con esta modificación, sería del 12% sobre los actuales 300 a 330 km/h, consiguiendo que el balasto no salte e impacte en los bajos del tren.
El plan de renovación de la infraestructura ferroviaria de alta velocidad incluye también la construcción de una nueva estación en la localidad de Parla, en el sur de la Comunidad de Madrid. Con la misma se evitará la entrada en la capital cuando no sea necesario y así se agilizarán las conexiones entre Andalucía y Cataluña. Además, está prevista una conexión desde Chamartín a Barcelona sin pasar por Atocha, utilizando un itinerario alternativo al túnel que conecta las dos estaciones de la ciudad de Madrid. Además, el ministro se comprometió a la apertura de una estación de alta velocidad en el aeropuerto Barcelona-El Prat.
Necesidad de incrementar una red saturada
Desde el Ministerio de Transportes explican que las remodelaciones planteadas tienen son consecuencia de la necesidad de incrementar la nueva capacidad en una red de alta velocidad saturada en algunos de sus puntos. Las alternativas, según el ministro, pasan por “construir más carril, triplicando o cuadruplicando las vías, con lo que eso supone de coste, trámites ambientales y tiempo, o incrementar la velocidad”. La idea es que los viajeros lleguen antes a sus respectivos destinos, pero también de elevar la oferta de horarios para las operadoras. De este modo, la misma flota de trenes en disposición de Renfe, Iryo y Ouigo será capaz de atender más servicios.
El eje Madrid-Barcelona ha pasado de los 2,2 millones de viajeros en su primer año de actividad y en el último ejercicio ha alcanzado los 15 millones. El AVE acumula un 85% de cuota modal frente al avión, superando al histórico puente aéreo entre las dos principales ciudades españolas. Por ello Puente tiene claro que “es una línea tremendamente saturada y necesitamos crecer para acompañar al potencial crecimiento de la demanda”.
Por tanto, aprovechando la renovación que se tiene que hacer de una línea que se aproxima a los 20 años de servicio, “vamos a aprovechar la renovación para dejar un tiempo de viaje de menos de dos horas en la Madrid-Barcelona”. El primer paso, solicitar por 2,3 millones de euros el contrato para dos estudios de viabilidad sobre las actuaciones para implantar un techo de velocidad en ese eje ferroviario y las construcción de las estaciones de Parla y El Prat de Llobregat.