Las vacaciones quedan atrás y aparece de lleno la cuesta de septiembre, que cada vez se empina un poco más para miles de familias. La vuelta al cole siempre ha conllevado grandes gastos, pero para este curso la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lanza una advertencia clara: “Es la más cara de la historia” con un gasto medio de alcanzará los 501 euros por alumno, de los que 365 corresponden únicamente a los libros de texto.
Estamos ante unas cantidades que suponen, para las familias con varios hijos, una auténtica losa económica. Por suerte, hay comunidades que ayudan a sufragar parte de los mismos: Andalucía, Castilla y León, Galicia, Aragón, Asturias, Cataluña, Extremadura, Canarias, Navarra, La Rioja, Cantabria y Madrid.
Un mapa desigual en cuanto a las ayudas
No todas las familias parte de la misma base, pues cada comunidad autónoma tiene sus propios programas para aliviar el bolsillo de los padres. En Andalucía, por ejemplo, está el Cheque Libro y en Castilla y León el programa Releo Plus. Mientras, en Galicia existen deducciones fiscales que permiten incluso ahorrar hasta 105 euros por hijo gracias a las deducciones por material escolar.
Bangmi, un comparador financiero, señala que los valencianos serán los que más gasten, con 474,06 euros de media, por delante de los catalanes y navarros. En el lado opuesto se encuentran las familias extremeñas, canarias y castellano manchegas, que no superarán los 400 euros. Eso sí, las diferencias en el acceso a las becas y programas de gratuidad marcan un abismo que convierte la residencia en un factor clave para el ahorro.
En el territorio andaluz, además del cheque para libros, hay ayudas de hasta 400 euros para los alumnos con necesidades específicas y deducciones fiscales en enseñanza escolar y extraescolar. En Aragón, las familias podían solicitar hasta 230 euros según el nivel educativo, pues el plazo ya se cerró. En Asturias se mantiene un sistema de préstamo de libros y programas de inmersión lingüística. En Cataluña, los estudiantes recibirán un bono de 60 euros para material, mientras que el gobierno extremeño tiene un presupuesto de seis millones de euros para libros y otro material escolar.
Muchas familias están al límite
El relato de los padres refleja que la carga económica del inicio de curso se siente como una segunda cuesta de enero, que se adelanta al verano: “La cuesta de enero empieza en junio, julio”, comentan con resignación. La OCU insiste en que reutilizar mochilas, recurrir a programas de préstamo de libros o comprar con antelación son algunas estrategias que pueden reducir el gasto en un 20%.
Por otro lado, desde el Gobierno central y los autonómicos se busca aliviar la presión con becas y ayudas. Desde los 3.000 euros por guardería en Madrid hasta los 2.700 euros por hijo en universidad, bachillerato o FP. El Ejecutivo también ha puesto en marcha un bono infantil de 200 euros al mes para familias con hijos menores de 18 años, siempre que se cumpla con ciertos requisitos.
Como se puede apreciar, existe la desigualdad entre territorios y no es lo mismo preparar mochilas en Canarias, donde existen becas según la renta, que en Cantabria, donde las ayudas se centran en transporte y comedor. Tampoco en Navarra, comunidad en la que los libros son gratuitos o en La Rioja, que ofrece un préstamo de manuales y una ayuda de 800 euros en Bachillerato privado.
Así que la vuelta al cole se convierte en un espejo de desigualdades territoriales y económicas del país. A la preocupación de las familias se suma la necesidad de comparar precios y revisar bien las ayudas disponibles.