Confirmado por la ciencia: las personas que consumen este compuesto a diario envejecen mejor y viven más años

La ciencia ha confirmado que quienes consumen polifenoles, un grupo de compuestos bioactivos presentes en vegetales como frutas, verduras, legumbres, frutos secos o incluso el café y el té, tienden a envejecer con mejor salud y vivir más años. Si bien es cierto que estos no son nutrientes esenciales, la comunidad científica está teniendo gran interés en la relación de su presencia en la dieta de miles de personas con el envejecimiento más saludable que estas presentan.

Y es que estas sustancias no solo nos ayudan a prevenir enfermedades, sino que también intervienen en una serie de mecanismos celulares encargados de relanzar el deterioro de nuestro organismo, lo cual quiere decir que no solo nos ayudan a alargar la vida, sino que hacen que lo hagamos sin dolencias crónicas; algo muy importante porque actualmente nos encontramos en un contexto donde es relativamente sencillo que se superen los 80 o, incluso, los 90 años, y hacerlo con una buena calidad de vida ha cobrado un valor especial.

Este compuesto está presente en las dietas de las zonas donde la gente vive más

Para ser conscientes de todo su “poder”, nos tenemos que a las denominadas “Zonas Azules”, las cuales son regiones alrededor del mundo en las que podemos encontrar una concentración bastante elevada de personas centenarias, y entre las que se encuentran lugares como Okinawa en Japón, Cerdeña en Italia o Nicoya en Costa Rica. En todas ellas podemos ver una serie de elementos comunes como el ejercicio diario, la buena conexión social o una vida con poco, a lo que debemos sumarle una dieta muy rica en vegetales donde abunda justo este compuesto que nos interesa: los polifenoles.

En Okinawa, por ejemplo, es habitual el consumo de batata morada, rica en antocianinas, un tipo de compuesto con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. En Cerdeña, por su parte, el café, las legumbres y las verduras forman parte de la dieta diaria, lo que multiplica la variedad de polifenoles ingeridos. En Nicoya, los frijoles negros, el arroz, el mango y la papaya ofrecen una mezcla natural de este compuesto que se ha asociado a beneficios tanto metabólicos como cognitivos.

Lo interesante de los polifenoles no es solo dónde se encuentran, sino lo que hacen, ya que son capaces de reducir la inflamación crónica, mejorar el funcionamiento mitocondrial y proteger el ADN del daño oxidativo, es decir, que son un compuesto que actúa directamente sobre los procesos que definen cuánto y cómo envejecemos.

Un compuesto con efecto directo sobre la salud celular

Estudios recientes han demostrado que este compuesto también tiene un papel crucial en la microbiota intestinal, mejorando su equilibrio y, en consecuencia, la absorción de nutrientes, la inmunidad y el estado de ánimo. Además, algunos tipos de polifenoles estimulan la neurogénesis, es decir, la creación de nuevas neuronas, algo especialmente relevante en la prevención del deterioro cognitivo.

Por eso se les conoce también como compuestos “geroprotectores”, lo que significa que no se limitan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas, sino que ayudan a conservar funciones básicas del cuerpo durante más tiempo. Y todo ello sin necesidad de recurrir a suplementos o fórmulas artificiales, sino a través de alimentos comunes a los que todos nosotros tenemos acceso (y que muchas veces ya tomamos aún desconociendo todos los beneficios que nos pueden aportar a la larga).

Entre los productos ricos en este compuesto están el té verde (con epigalocatequina), el café (rico en ácido clorogénico), las frutas del bosque (antocianinas), la cebolla y el apio (quercetina), la cúrcuma (curcumina) o el aceite de oliva virgen extra (oleuropeína), formando todos ellos parte de patrones alimentarios que promueven la longevidad, pero de la buena.