Es oficial: una nueva ciudad implementará una tasa turística y así afectará a quienes visiten este lugar de España

Vigo ha decidido dar el paso que muchas otras ciudades españolas han llevado a cabo, y es que a partir de los próximos meses, la ciudad gallega aplicará una tasa turística a quienes se alojen en establecimientos hoteleros o lleguen en crucero. El importe estará entre 1 y 2,5 euros por persona y noche, durante un máximo de cinco noches y en función del tipo de alojamiento. Esta medida es bastante similar a las que han llevado a cabo otras ciudades no solo españolas, y que busca compensar el impacto del turismo sobre los servicios e infraestructuras locales.

El anuncio lo realizó el propio alcalde, Abel Caballero, tras reunirse con la Asociación de Hostelería de Vigo (Ahosvi), que ha sido quien ha impulsado esta propuesta y que cuenta con un objetivo bastante claro, y es el de que parte de los ingresos generados por el turismo se reinviertan en la mejora de la ciudad, garantizando así una experiencia sostenible tanto para los visitantes como para quienes viven en ella.

Quién pagará la tasa turística y cuánto costará

La tasa turística se aplicará a todos los viajeros que se alojen en hoteles, apartamentos turísticos, pensiones, campings o viviendas de uso turístico, así como a los cruceristas que hagan escala en el puerto. Dependiendo del alojamiento, la tasa turística cambia e irá desde 1 euro en campings y albergues, hasta los 2,5 euros por noche en hoteles de cinco estrellas o viviendas de lujo; aunque esto es algo que solo se aplicará a las primeras cinco noches que pasen, por lo que si te quedas más tiempo, no tendrás que abonar ninguna cantidad.

Esta especie de impuesto no será gestionado por la Xunta de Galicia, sino directamente por el Ayuntamiento de Vigo, el cual podrá decidir algunos de los matices relacionados con su aplicación. Según la normativa autonómica, al menos el 80% de lo recaudado por la tasa turística deberá destinarse a fomentar un turismo sostenible, es decir, a mejorar las infraestructuras municipales, a reforzar los servicios para los visitantes o a cuidar los recursos naturales de la zona.

Por qué se va a hacer ahora

Aunque el propio Caballero se había mostrado algo crítico con esta idea en el pasado, la opinión del sector turístico local ha sido el punto y aparte que necesitaba para ahora impulsar todo lo contrario, ya que lejos de verlo como un obstáculo, los empresarios del sector consideran que la tasa turística es una forma de garantizar que el crecimiento del turismo vaya acompañado de una mejora en los servicios. Y aunque la cifra concreta a recaudar aún no está definida pese a las primeras estimaciones, sí que es cierto que lo recaudado con la misma podría superar los tres millones de euros anuales.

El presidente de Ahosvi, Daniele Provezza, ha subrayado que la medida ayudará a que la ciudad entera sea la que reciba los beneficios del turismo y no solo en cuestiones como el empleo o con la mera actividad económica, sino también en aspectos como la limpieza, el mantenimiento urbano o la conservación del entorno. Si lo vemos desde este punto de vista, la tasa turística podría llegar a ser una herramienta para preparar a la ciudad ante posibles picos de visitantes en temporada alta y que la economía y los servicios de la zona no se vean tan afectados.

Qué es lo que queda por hacer para que esta iniciativa se implemente

Para que la tasa turística entre en vigor en Vigo, el Ayuntamiento deberá aprobar una ordenanza específica en la cual se mostrarían todos los detalles necesarios de la misma, tales como los importes definitivos, las exenciones y los procedimientos de recaudación. Caballero ya ha adelantado que se abrirá un periodo de audiencia pública para recoger aportaciones de vecinos y profesionales del sector.

Lo cierto es que aún no hay una fecha exacta para que la tasa turística se implemente en Vigo, pero todo apunta a que no va a ser algo inmediato y que, desde luego, no afectará como mínimo a aquellos que hayan planeado las vacaciones de verano de este verano a esta ciudad. Y es que la tramitación de la ordenanza lleva tiempo y dependerá del calendario municipal, aunque esto es algo que se ha extendido a otras ciudades gallegas como Santiago de Compostela o A Coruña, las cuales ya han anunciado medidas similares.