Son muchas las voces que tienen dudas sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones actual en nuestro país. Una de ellas es la de Gonzalo Bernardos, economista que tiene claro que pueden que estén aseguradas en el futuro pero “no serán tan generosas como en la actualidad”. Por tanto, Bernardos manda un mensaje a todos los ciudadanos de cara a su futuro retiro: “Hagan lo posible por comprar una vivienda”. El mensaje que quiere trasladar es que la vejez no podrá depender en exclusiva del sistema público. Por tanto, en un contexto demográfico cambiante y bajo presión financiera, invertir en ladrillo es el economista una estrategia alternativa con la que asegurarse el bienestar en la jubilación.
¿Habrá recortes en las pensiones?
El analista del televisivo economista se sostiene sobre varios factores estructurales. El primero es el envejecimiento poblacional combinado con una natalidad a la baja de forma persistente. En España, como en otros muchos países de Europa, habrá cada vez más jubilados en relación con el número de trabajadores cotizantes, lo que genera una presión insostenible sobre las arcas de la Seguridad Social.
Hay que sumar, como segundo factor, un escenario económico en el que las previsiones de crecimiento son más modestas. Por último, como tercer factor, la generosidad de las pensiones actuales podría ser difícilmente replicable en el futuro. Lo que hoy reciben los jubilados constituye un nivel alto en términos comparativos y mantenerlo exigirá un esfuerzo desproporcionado de las nuevas generaciones.
En 2020, casi la mitad de los jubilados recibían menos de 1.000 euros al mes. Hoy, ese porcentajes se ha reducido al 24%. El mayor salto de estos cinco años se da en el tramo medio: el 42,9% de los jubilados cobra entre 1.000 y 2.000 euros, frente al 29,5% de hace cinco años. También crece con fuerza el grupo de los que perciben más de 3.000 euros, que se ha triplicado en este periodo hasta situarse en el 16%.
Es por esto que Bernardos lo tiene claro: “Hagan lo posible por comprar una vivienda. Las pensiones del futuro no serán tan generosas como las de la actualidad y el mejor plan de pensiones que pueden ustedes tener es una vivienda”.
¿Por qué comprar una vivienda para un buen retiro?
En un momento en el que el acceso a la vivienda se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los españoles, Bernardos apunta al ladrillo como una inversión segura pensando en el futuro, en la jubilación. A su entender, una casa puede ser una fuente de ingresos estables a través del alquiler, un refugio frente a la inflación en épocas de incertidumbre y, llegado el momento, un patrimonio que se puede vender o transmitir.
Ante la imposibilidad de optar a una vivienda por parte de los más jóvenes o rentas más bajas, Bernardos apunta a una tendencia positiva: “Hay que ver la tendencia de todo el año y la tendencia de todo el año es espectacular en el momento de ventas. Estamos siempre pensando en Barcelona y Madrid, pero hay muchas viviendas en España por 120.000 euros, 100.000 y hasta por 80.000. Y, en Zafra, por 30.000”.
No fueron las únicas declaraciones de Bernardos que levantaron polémica. También hubo otras en las que apuntaba que dos personas, incluso cobrando el Salario Mínimo Interprofesional (1.184 euros) cada uno, podrían adquirir un inmueble: “Dos salarios mínimos, en buena parte de España, pueden comprar una vivienda porque pagan menos de cuota hipotecaria que lo que pagan de alquiler”.
Para Bernardos, la gran dificultad del acceso a la vivienda no está en el dinero, sino en la capacidad de ahorro de los españoles: “El problema que tienen estas personas es que no tienen ahorro previo”.