Lo mismo da si estás planeando un viaje en moto, o simplemente para desplazamientos cortos, conducir la moto en verano es un placer al alcance de la mano. Las motos, al igual que las bicicletas, son para el verano, con los días más largos, las ganas de “salir”, tráfico reducido en las ciudades, la facilidad para aparcar en cualquier lado, un ambiente cálido y soleado… son todo ventajas intrínsecas a las motocicletas. Conducir motos eléctricas en verano es una experiencia única que combina la emoción de la conducción con la sensación de libertad y sostenibilidad.
Una de las características más notables, si no la que más, es la sensación de libertad que te dan en verano, con el viento acariciando la cara. Sin el ruido de la combustión, la tranquilidad en la conducción aumenta, siendo más relajante. Además, el rendimiento de las motos eléctricas se optimiza en verano, ya que las baterías tienden a rendir mejor en climas cálidos. Las altas temperaturas pueden mejorar la eficiencia y capacidad de la batería. Esto te da cierta seguridad para recorrer largas distancias sin preocupaciones de carga. El verano trae muchas posibilidades para los amantes de los vehículos de dos ruedas, ya que las temperaturas cálidas y los días más largos invitan a aventurarse en emocionantes viajes, desde escapadas cortas hasta emocionantes rutas. Las motos eléctricas hacen que el verano sea la temporada perfecta para planificar aventuras en carretera, sólo o acompañado.
Esta época del año tiene sus peculiaridades y queremos ayudarte a que conduzcas de forma segura ahora que el sol pega fuerte. Ahí van algunos consejos.
Llevar el casco
Primeramente, la conciencia de llevar el casco es imprescindible. Aunque es el elemento crucial a nivel de seguridad, muchos conductores de moto todavía se colocan mal el casco, algo que se agudiza más en los meses de verano para tratar de combatir el calor extra. En verano no hay mucho que podamos con el casco, salvo abrir las ventilaciones que lleve. Abrir la visera en velocidades bajas puede ser un mal menor, pero es un peaje que hay que pasar para no perder ni una posibilidad de seguridad en un colectivo que sufre una de las mayores siniestralidades.
Revisar moto y equipamiento
Revisar los componentes de la moto y su equipamiento. Esto es algo se que tiene que hacer siempre, pero, con el calor, con más razón. Lo mejor, es que revises a menudo todos los componentes y, sobre todo, el nivel de tu batería. Y da igual si vas por carretera o en ciudad, casco, guantes, y chaqueta son obligatorios. El calor es opcional, la protección no y por eso hay equipación adaptada para el verano.
El protector de espalda tipo “concha de tortuga” es fundamental. Cuida tu espalda y tu cabeza. Las botas son muy necesarias si vas a viajar, aunque den mucho calor. Los guantes también, aunque vayas por ciudad,evitarán complicaciones en caso de caída. Los pantalones, que sean de moto si viajas. En ciudad ir en “shorts” es un gran riesgo.
Precaución en la conducción
Conducir con precaución. Esto es algo que tenemos que hacer siempre, pero, en los meses de verano, suele haber más movimiento en la carretera. Por este motivo, debes conducir con mayor precaución y, sobre todo, no exceder la velocidad, ni hacer maniobras bruscas. En las ciudades presta más atención a las luces de freno e intermitentes, y marca bien al resto del tráfico de tus intenciones. Cuidado con “correr” por la avenida ahora que no hay tráfico. Los radares siguen al pie del cañón. En carreteras secundarias es donde realmente vas a disfrutar el paseo. Más curvas, quizá menos tráfico, la posibilidad de parar de vez en cuando en un pueblecito con comodidad. Pero ¡ojo! La mayoría de accidentes se producen en estas carreteras. En un viaje, lo importante es llegar. Cuidado también con las multas, por lo que se aconseja no tener ni un ápice de prisa y cuidarse de no deshidratarse. Beber agua o bebidas isotónicas a menudo hará que te sientas fuerte para proseguir tu viaje, además de comidas ligeras. Una recomendación podría ser llevar un “camelback” que es una pequeña mochila que cabe bajo la chaqueta con un depósito de agua y un tubo que puedes “chupar” en marcha para dar un trago de agua fresca.
Planificación correcta
La planificación. Para disfrutar de la aventura de la vida es importante planificar. En cuanto a equipaje, menos es más. Una recomendación ocurrente podría se algo así como llevar un equipaje digno de hacerse un “Camino de Santiago”. Asegúrate también de que tu seguro sigue en vigor durante la duración de tu viaje. La documentación de la moto, la tuya, la del pasajero, tu carnet de conducir y el de identidad. En cuanto a tecnología, un soporte para el móvil o GPS, un intercomunicador Bluetooth quizá o una batería externa de móvil. Un equeño botiquín: con crema solar para la cara y cuello o algún anti-inflamatorio. Analiza la ruta que vas a hacer y los kilómetros en cada una de las jornadas, incluso reservando previamente el alojamiento. Buscar alojamiento al azar no es una buena idea, ya que si dispones de un presupuesto ajustado, esta circunstancia podría alterarse por “gastos extra”. Además del alojamiento, si vas a coger carreteras secundarias, mira bien las gasolineras. Las gafas: Graduadas, dos juegos. Gafas de sol (graduadas si lo necesitas). Si compras recuerdos, souvenirs, regalos, podrías enviarlos de vuelta a casa por correo. Tarda poco, es económico.
Para concluir, podemos afirmar que conducir motos eléctricas en verano es una experiencia emocionante y sostenible que combina la pasión por las dos ruedas con la conciencia ambiental. Las motos eléctricas ofrecen una forma única de explorar nuevos destinos, disfrutar de la brisa del verano, como se ha comentado antes, y contribuir a un mundo más limpio y verde. A medida que la tecnología continúa avanzando y la infraestructura de carga mejora, seguramente veamos un mayor uso de motos eléctricas en las carreteras de verano. La movilidad eléctrica está en constante evolución, y el verano es la temporada ideal para redescubrir la libertad y la emoción que ofrecen estas maravillas eléctricas en dos ruedas.