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La mediación familiar es un término que va adquiriendo cada vez más fuerza en nuestra sociedad y resulta una herramienta importantísima para la resolución de los conflictos familiares.
Pero ¿qué es la mediación familiar? En este artículo vamos a dar respuesta a esta pregunta y a conocer qué ventajas presenta este tipo de instrumentos. Sigue leyendo que esto te interesa.
¿Qué es la mediación familiar?
La mediación familiar es un sistema de resolución de conflictos al que llegan las partes, ayudadas por un tercero imparcial llamado mediador familiar.
El mediador los ayuda a obtener una solución que surja de ellos mismos, a través de sesiones realizadas fuera del tribunal, en un ambiente que favorece el entendimiento.
El objetivo es llegar a la solución integral de un conflicto entre partes (pueden ser dos o más personas) evitando llegar a la instancia judicial.
¿Qué materias pueden ser objeto de mediación?
Algunas de las materias son las siguientes:
- Los procedimientos de nulidad matrimonial, separación y divorcio.
- Las relaciones de las personas menores de edad con sus parientes hasta el tercer grado de consanguinidad o afinidad, personas tutoras o guardadoras.
- El ejercicio de la patria potestad, tutela o curatela.
- Régimen de custodia.
- Establecimiento o no de una pensión compensatoria.
¿Qué fines persigue la mediación familiar?
La mediación familiar mejora la calidad de la respuesta judicial y el futuro de las personas, como separados o divorciados, que la llevan a cabo y, sobre todo, el de sus hijos.
En este sentido, los fines que se persigue con la mediación familiar son los siguientes:
- Construir relaciones y favorecer la comunicación, elevando la satisfacción psicológica y personal.
- Ajustar los acuerdos u opciones a las necesidades reales.
- Evitar el sentimiento ganador/perdedor.
- Favorecer la flexibilidad y la colaboración ante los cambios.
- Limitar las consecuencias negativas para los hijos.
- Disminuir el coste afectivo, económico y temporal.
- Conseguir un alto grado de cumplimiento de las resoluciones judiciales.
Fases del proceso de mediación familiar
A continuación, y de forma muy breve, vamos a explicar cuáles son las fases en las que se sustenta el proceso de mediación familiar:
Presentación de la mediación e información de cómo va a desarrollarse
El mediador cita a las partes a una sesión informativa previa, en la que les informa sobre las características y principios básicos de la mediación, genera confianza en la capacidad profesional y humana del mediador, y transmite los valores de la mediación, estableciendo las pautas básicas de la misma.
Si las partes deciden seguir el procedimiento, se redacta el acta inicial o constitutiva, que se firma por las partes y el mediador.
Obtener y compartir información
En esta fase el mediador pide a cada una de las partes que explique su vivencia de la situación, o su perspectiva sobre lo que ha pasado.
Expuestas las partes sus vivencias, el mediador resumirá lo que ha explicado cada parte, tratando de reflejar los puntos más importantes y recogiendo los sentimientos, las emociones y las ideas básicas. Este resumen siempre se hará en positivo.
Tras este resumen, el mediador preguntará a las partes si es correcto todo lo que ha expuesto y realizará a las partes preguntas, abiertas, cerradas, circulares, aclaratorias, reflexivas con el fin de que vayan poniendo sobre la mesa los intereses y necesidades que realmente subyacen bajo las posiciones iniciales que presenten.
Ordenar el conflicto
El mediador ordena y jerarquiza la información obtenida, diferencia aquellos temas en los que hay acuerdo entre las partes, de aquellos en los que todavía no hay consenso.
Trabajar y negociar cada punto
En esta etapa, el mediador elabora dos listas:
- Una lista con los puntos en los que hay acuerdo.
- Otra lista con los puntos en los que aún no hay acuerdo.
El mediador aplica técnicas de negociación para trabajar la búsqueda de consenso para cada uno de los temas en disputa de la lista de puntos de no acuerdo.
Preparar un borrador con los posibles acuerdos
Si se ha conseguido el consenso sobre varios puntos de discrepancia o sobre todos los puntos, puede redactarse un primer borrador que las partes pueden consultar con sus respectivos abogados para seguir tomando decisiones.
Acuerdos, compromisos y cierre de la mediación
Y llegamos a la última fase del proceso de mediación. Aquí, el mediador propone la redacción del documento final con los acuerdos conseguidos, haciendo hincapié en los puntos donde no ha habido consenso entre las partes.
Los acuerdos alcanzados deben reunir las condiciones de ser realizables, realistas, conscientes y fruto del consentimiento y de la plena información de las partes.
El acuerdo de mediación debe recoger fielmente las decisiones, compromisos y acuerdos de las personas mediadas y se debe confeccionar con las propias palabras y expresiones de las personas que los han construido, para que ellas lo sientan y lo vivan como propio. Este documento será firmado por las partes y por el mediador.