Como cada año, llegan las vacaciones de verano y, con ellas, una serie de gastos para los que muchos han estado planificando y ahorrando todo el año, intentando encajar el rompecabezas en sus finanzas personales. Es cierto que unos gastarán más, escogiendo destinos turísticos casi de fantasía, pero la gran mayoría optará por opciones algo más asequibles que no supongan dinamitar toda su economía familiar por unos días de descanso.
Y es que la media española de lo que vamos a invertir en las vacaciones es de 972 euros por persona, cantidad en la que se incluye el transporte, el alojamiento y las actividades de ocio, algo que ya ha sido confirmado por un estudio elaborado por Shopfully junto a YouGov. Este gasto puede parecernos algo elevado, pero lo cierto es que solo un 26 % de los encuestados planea superar la barrera de los 1.000 euros, moviéndose la mayoría entre los 300 y los 999 euros, y eso que el 76 % de los ciudadanos tiene previsto irse de vacaciones este verano, ya sea dentro o fuera del país.
Lógicamente, no todos pueden permitirse el mismo gasto, entrando en este punto las diferencias generacionales y de ingresos, algo que se nota especialmente en el caso de los jóvenes de entre 18 y 24 años, que suelen ajustar mucho más su presupuesto y se quedan en ese rango de entre 300 y 599 euros. En cambio, las familias con hijos y los trabajadores con mejores sueldos son los que más invierten en sus vacaciones de verano.
Cuál es el perfil económico del viajero español
El dato que confirma la alta participación en las vacaciones de este 2025 va acompañado de una tendencia que ya podíamos ir viendo, y es que la mitad de los españoles reconoce que gasta más en verano, ya que muchas escapadas están marcadas por las comidas fuera de casa, un alojamiento de mayor categoría y el ocio extra en forma de conciertos o experiencias. El 55 % admite darse esos caprichos en comidas y cenas, el 39 % invierte en mejores estancias y un 33 % lleva a cabo ciertas actividades más especiales durante esta época.
Los jóvenes y los hogares con más ingresos son quienes suelen ser más flexibles en sus vacaciones, algo que contrasta con el 16 % que mantiene a rajatabla su control del gasto, incluso cuando está de descanso, y que parece que llevan siempre la calculadora en la mano o un excel en que ir recogiendo hasta la última cuenta que les dan en un chiringuito de playa.
Aun así, más de la mitad de los viajeros se consideran personas organizadas, es decir, que planifican sus vacaciones con antelación y se preparan para comprar lo que necesitan al mejor precio posible. A pesar de esa percepción, también reconocen ser más impulsivos con ciertas compras veraniegas, especialmente en tiendas físicas, y solo un 13 % asegura hacer todas sus compras online.
Aumenta la tendencia de las vacaciones centradas en el bienestar
Las vacaciones ya no son solo para desconectar, sino que se ha observado una tendencia creciente entre los viajeros y es la de aquellos que buscan experiencias enfocadas en el bienestar. Así lo confirma otro estudio de Klarna, donde el 72,8 % de los españoles afirma que consideraría viajar para practicar alguna actividad física, dato que podemos desglosar en senderismo (35,6 %), yoga (20,9 %) y ciclismo (19,3 %), las cuales son las que lideran el ranking de las actividades más buscadas para este tipo de vacaciones.
Esta modalidad conquista sobre todo a los jóvenes y a los padres con hijos menores, ya que de estos últimos, el 81,7 % se muestra dispuesto a organizar unas vacaciones centradas en el deporte o el autocuidado. Si nos vamos al tema del presupuesto, un 44 % estaría dispuesto a gastar entre 300 y 850 euros, y un 7 % no tendría inconveniente en superar los 2.300 euros si la experiencia realmente vale la pena.