Adiós a la discriminación por edad: este hombre pasó de ser rechazado por ser mayor a ganar un pastizal en otro país

Lo que le pasó a Alessandro Vendetti es, por desgracia, algo muy común a nivel laboral cuando se está en una determinada edad y en situación de desempleo. Este italiano de 55 años, después de verse obligado a cerrar su negocio, se pasó dos años llamando a todas las puertas posibles sin ningún éxito. Ni contactos, ni títulos ni experiencia, nada servía para quitarse la etiqueta de “demasiado mayor” en el mercado italiano. Ni lo querían escuchar. En tal situación, este consultor decidió apostar por intentarlo fuera de su país y se marchó Países Bajos, a la ciudad de Leiden. Hoy cobra el triple y trabaja para la Agencia Estatal Europea.

A pesar de la edad, gana el triple

En el mes de abril de 2021 Alessandro cerró su empresa en Roma y durante los siguientes dos años sólo encadenó rechazos. En su país y en otros muchos, con más de 50 años, te cuelgan el cartel de producto caducado. La oportunidad de oro le llegó a través de una intermediaria que le ofreció el mismo puesto de consultor, pero en Países Bajos y con un salario mucho más jugoso, algo que ayudó a que dar el salto no le costase mucho: “Prefería mudarme a seguir esperando una entrevista que nunca llegaba”.

Mientras que en Italia, como consultor para la Agencia Espacial Europea, su salario rondaba los 2.300 euros brutos al mes, en Países Bajos la misma categoría de trabajo le reporta 6.900 euros brutos mensuales y, además, cada enero se revisa su nómina conforme al IPC (Índice General de Precio) del país, un 7% extra en el último ejercicio.

Aunque la vida sea un 15% más cara en Países Bajos que en Italia, su poder adquisitivo sigue siendo mayor: “Ahora puedo ahorrar y, de paso, pagarme alguna escapada a Roma para quitarme el antojo de carbonara”.

Una nueva vida en un entorno diferente

Leiden, la ciudad en la que vive, tiene apenas 126.000 habitantes y presume de contar con unos canales dignos de postal, en el que las bicicletas te adelantan por la derecha sin avisar. Alessandro confiesa que la adaptación cultural fue un pequeño choque: nadie utiliza cortinas, la puntualidad es una religión y el saludo efusivo se sustituye por un seco hoi. Además, la convivencia se rige por reglas no escritas de respeto y silencio que el valora: “Aquí los vecinos hacen menos ruido que un gato de peluche”. En cuanto a lo gastronómico, sufre: “Echo de menos la pasta al dente; el queso Gouda está bien, pero no hace milagros”.

Los pasos a seguir para buscar trabajo en Países Bajos tras los 50

Si eres una de las personas que se encuentra en la misma situación que vivió Alessandro en Italia, antes de lanzarte a una aventura es necesario saber qué documentación se requiere y cómo evitar que la burocracia haga los procesos eternos. Algunos consejos son:

  • Homologar los títulos en la Nuffic (la oficina de Países Bajos de equivalencias) para que el título universitario cuente oficialmente.
  • Crear un perfil de LinkedIn en Inglés y activar ofertas en dicho país.
  • Registrarse en la Kamer van Koophandel si se es autónomo: el trámite se hace en 20 minutos y cuesta 80 euros.
  • Solicitar el BSN (número de ciudadano) apenas se llegue al país. Sin él no se podrá abrir cuenta bancaria ni firmar contrato de trabajo.
  • Consultar los convenios colectivos (CAO) del sector para conocer el salario mínimo y los ajustes por inflación.