En los últimos tiempos han salido empleos, o formas de ganar dinero, de lo más variopintos. Hay trabajos que sorprenden y mucho más cuando se conoce la cantidad, desorbitada en muchos casos, que se gana por ellos al mes. Un ejemplo claro lo tenemos en Antonio, una persona que se jubiló a los 64 años y que desde entonces se dedica a ser escuchador profesional. Sin un contrato laboral, pero con un con salario que muchos querrían, ya que ha llegado a recaudar cerca de 4.500 euros al mes. Lo mejor de todo, que prácticamente todo lo que recauda lo destina a una ONG.
Interactuar, la clave de un escuchador profesional
Este jubilado contó su historia en un programa radiofónico de COPE. Aseguró que cultivó su habilidad de escuchar colaborando con diferentes ONG. Sus primeros pasos los dio con la red social Facebook, en las que se ofrecía como escuchador y en ese momento comenzó su despegue, que el mismo lo resume de esta manera: “Un psicólogo, pero sin dar explicaciones”.
En su participación en el programa de radio, comentó que lo único que hace es “escuchar a las personas unos 20 minutos” e incluso que les interrumpe “cada tres o cuatro, ahí es donde está el secreto para que se vacíen conmigo”. La dinámica es directa y práctica, pensada para que el cliente hable y se desahogue.
Así funciona: Bizum y teléfono
El proceso, el trabajo de Antonio, es bastante sencillo: “Me hacen un Bizum, contactan conmigo telefónicamente, yo hablo, los interrumpo cuando los tengo que interrumpir…”. La sesión tiene un coste de 50 euros, pero no son para él. Antonio se queda con 5 euros y el resto, los 45 que quedan, son donados a una ONG. Sobre las personas que lo llaman, son variopintas y son desde médicos hasta actores de cine. Es más, aseguró que incluso la actriz Susan Sarandon lo ha llamado tres o cuatro veces. También dijo que muchas de ellas “no me dan ni su nombre”.
Antonio comentó que el tiempo que dedica a este trabajo de escuchador profesional es de máximo una hora y media, pues atiende a 3-4 personas al día y que el máximo que ha recaudado en un mes de 4.500 euros.
Otros trabajos curiosos que la gente tuvo
El de Antonio no fue el único testimonio recogido en el programa de radio dedicado ese día a trabajos curiosos. Hubo otros que llamaron la atención, como el de Pili, Juan Carlos y Roberto. Pili contó que, en los años 50, cuando ella era muy pequeña, a su madre y a ella les hablaron de un trabajo en una fábrica en el barrio de Tetuán, Madrid, en el que se hacían alfombrillas para los coches y consistía en rebarbar: “Con una tijera había que cortar lo que sobraba, un horror. Duramos una semana”.
En cuanto a Juan Carlos, que en la actualidad se dedica a la construcción, comentó que cuando hicieron la línea del AVE Madrid-Sevilla, él estuvo trabajando en uno de los tramos y tuvo que dejarlo porque se aburría: “Solo tenía que estar pendiente de los camiones que cargaban la tierra, apuntar las matrículas y los viajes que hacían. Un aburrimiento enorme”.
Por último, el de Roberto, que contó con terminó de estudiar en 1998 y su primer trabajo fue el de “ir a los supermercados y poner los letreros de las latas de Coca Cola derechos para que se vieran derechos”. Así estuvo seis meses, poniendo bien todas las latas de refrescos para que la gente, cuando las mirase, viese los logos correctamente.