Cada vez que nos acercamos a uno de esos cajeros automáticos que encontramos en cualquier esquina, lo hacemos casi en piloto automático sin fijarnos ni en ese aparato ni en lo que hay alrededor de él, de tal modo que hagamos con rapidez cualquier trámite que tengamos en mente, ya sea sacar dinero consultar nuestro saldo o hacer un a transferencia. Pero lo cierto es que los cajeros automáticos también son uno de los puntos donde más estafas bancarias se cometen y donde un simple despiste puede costarnos muy caro.
Debemos tener en cuenta que no solo existen riesgos que podríamos denominar como físicos, como por ejemplo que nos roben la tarjeta o que nos asalten en cuanto tengamos en nuestras manos el dinero en efectivo. A veces, basta con que olvidemos pulsar un botón antes de irnos, un gesto tan sencillo como ese puede ser la diferencia entre que todo quede en una operación rutinaria o que alguien termine accediendo a nuestros datos o a nuestra cuenta, por lo que en este artículo te vamos a desvelar el truco para darle otro punto de seguridad al dinero que tenemos en el banco.
El botón que debes pulsar siempre antes de irte del cajero automático
Quizás no lo sepas, pero cada vez que usas los cajeros automáticos, la sesión que has iniciado puede quedarse abierta durante unos segundos tras terminar tu operación y, en ese breve margen de tiempo, es cuando los estafadores pueden aprovechar para quedarse con información de tu cuenta o incluso sacar dinero si todavía hay alguna opción activa.
Es por eso que, antes de darte la vuelta y marcharte por donde has venido, nunca debes olvidarte de pulsar el botón de ‘Cancelar’. Y es que muchas veces lo ignoramos porque pensamos que con retirar la tarjeta ya está todo hecho pero al darle, la sesión se cierra por completo y no queda ni rastro de lo que acabas de hacer en el cajero.
Otros consejos muy importantes para evitar fraudes en los cajeros automáticos
Además de acordarte de pulsar ‘Cancelar’, hay otros consejos muy básicos que deberías tener siempre en cuenta cuando uses los cajeros automáticos, sobre todo porque cada vez los delincuentes se inventan más trucos nuevos para poder quitarnos el dinero de nuestras cuentas bancarias:
- Echa un vistazo al cajero antes de empezar y no te fíes si ves algo raro en él como piezas sueltas, teclados que parecen añadidos o lectores de tarjeta que no encajan del todo. En muchos casos, los delincuentes colocan dispositivos llamados skimmers que copian tu tarjeta mientras haces la operación.
- Aunque pueda resultar obvio y hasta repetitivo, cubre siempre el teclado al meter el PIN, paso que puede ayudarnos a no dejar vía libre a que cualquier cámara oculta o a un curioso que esté detrás pueda ver este dato tan importante para la seguridad de nuestras cuentas bancarias.
- Nunca aceptes ayuda de extraños, por muy buena intención que parezca, como por ejemplo si alguien se acerca a echarte una mano porque “parece que el cajero no funciona”. En los cajeros automáticos la única ayuda válida es la del personal del banco y, si algo falla, cancela la operación y busca otro.
- Evita sacar dinero en lugares solitarios o de noche, ya que si bien que los cajeros automáticos estén disponibles a cualquier hora es una ventaja, no todos los momentos son seguros para sacar dinero. Si puedes, haz tus gestiones en horario diurno y en sitios con gente alrededor.
- Coge la rutina de revisar tus movimientos con frecuencia y, si ves algo que no cuadra, por pequeño que sea, avisa a tu banco cuanto antes, ya que muchas veces, los fraudes empiezan con pequeños cargos de prueba.