Confirmado: puedes pedir una excedencia laboral para cuidar a tus hijos durante el verano si cumples esta condición

Sí, se puede pedir una excedencia laboral para cuidar a los hijos durante el verano, siempre que se cumpla la condición de que el menor tenga menos de 3 años, caso en el cual, cualquier trabajador por cuenta ajena con contrato en vigor puede acogerse a este derecho reconocido por la legislación española.

Esta excedencia laboral permite suspender temporalmente el contrato para cuidar a hijos menores por nacimiento, adopción o acogida; y, aunque el verano es el momento más demandado por muchas familias, no todos saben que esta figura puede ser una solución, aunque no perfecta, a ese eterno rompecabezas de cómo adaptarse a las vacaciones del colegio o la guardería.

¿Qué significa pedirse una excedencia en verano?

El periodo de vacaciones escolares en España puede superar los 70 días, una cifra muy alejada de los 30 días de descanso laboral a los que tiene derecho un trabajador medio, motivo por el cual cada año miles de padres y madres se enfrenten al reto de conciliar su vida familiar y profesional sin acabar volviéndose locos o tirar de una tercera persona que les ayuda con esto. Y ahí es donde entra la excedencia laboral por cuidado de hijos, un recurso legal pero que, la verdad, no es tan conocido como debería.

Esta medida permite al trabajador ausentarse hasta tres años para atender a cada hijo menor de 3 años, aunque debes tener presente que durante ese tiempo no se percibe salario, pero sí se cotiza el primer año a efectos de prestaciones como desempleo o jubilación. Si el hijo tiene una discapacidad o enfermedad grave, la excedencia puede prolongarse hasta que cumpla 12 años. Pero hay que tener cuidado con esto y pensárselo muy bien antes de solicitarla, ya que no se trata de una excedencia flexible, es decir, que durante ese periodo no se puede trabajar ni siquiera por cuenta propia.

Cómo pedir una excedencia laboral paso a paso

Pedir una excedencia laboral no es un trámite automático, ya que hay que estar dado de alta, tener un contrato activo y presentar la solicitud a la empresa con al menos 15 días de antelación. A dicha solicitud se le debe acompañar con una serie de documentos que acrediten el parentesco, como el libro de familia o el certificado de nacimiento del menor.

Durante el primer año de excedencia laboral, el trabajador tiene garantizado su mismo puesto al reincorporarse, aunque si va a estar más tiempo, una vez vuelva a la empresa se le debe ofrecer uno de categoría equivalente, hasta completar el periodo máximo.

El impacto económico que puede suponer solicitar una excedencia

Una vez sabemos todo lo anterior, es importante remarcar un aspecto en el que seguro que muchos han pensado, y es la repercusión económica que puede suponer este proceso en la economía familia, ya que (como hemos señalado antes) no se recibe un salario mientras se está de excedencia, por lo que para muchos hogares es algo que directamente no se van a poder permitir y acaban optando por soluciones como los abuelos, campamentos o colocar de una forma u otra los turnos laborales. Lucía, madre de tres hijos, lo cuenta de la siguiente forma: “Cada verano intento combinar mis vacaciones con una excedencia laboral. Este año he cogido julio y agosto completos. Me sale más rentable que pagar campamentos”.

Por desgracia, y como es de suponer, el perfil mayoritario de quien la solicita sigue siendo femenino, algo que ya ha sido avalado por datos recopilados por el Ministerio de Igualdad, en los que se muestra que el 90 % de quienes pidieron una excedencia laboral en 2020 fueron mujeres, lo cual pone a nuestra sociedad ante un incómodo espejo y nos dice cómo se reparten (o no) los cuidados en nuestro país.