Si tienes contratada a una persona empleada del hogar, debes saber que antes del 14 de noviembre estás obligado a realizar un trámite que ha impuesto el Gobierno y que afecta directamente a más de 350.000 hogares en España. Se trata de la evaluación de riesgos laborales, un trámite que ya no es opcional, sino completamente obligatorio, y que busca garantizar que las condiciones de trabajo dentro del hogar sean dignas, seguras y respetuosas.
Este trámite se realiza online, a través de la plataforma oficial prevencion10.es, y su objetivo es evaluar, corregir y dejar constancia de los posibles riesgos laborales a los que está expuesta la persona trabajadora. Es decir, a partir de ahora, cualquier familia que tenga una empleada interna o por horas tendrá que cumplir con este trámite si no quiere exponerse a sanciones que podrían llegar tras el 14 de noviembre.
El trámite que deberán hacer todos los empleadores del hogar
La puesta en marcha de este trámite no surge de la nada. Llega después de que la Inspección de Trabajo comenzara a recibir denuncias preocupantes por parte de trabajadoras del hogar: desde empleadas internas sin acceso libre al baño, obligadas a ducharse con agua fría o en días concretos, hasta mujeres que limpian sin guantes, con productos tóxicos o que tienen que costearse su propio uniforme.
Ante esta realidad, el Gobierno decidió elaborar un decreto que reconoce el derecho de las trabajadoras del hogar a un entorno seguro, y este trámite es la herramienta que lo hará efectivo. Por primera vez, se exige a los empleadores analizar las condiciones laborales del domicilio con un cuestionario guiado y, si se detectan riesgos, corregirlos.
¿Cómo funciona este trámite?
Muy sencillo: el empleador debe registrarse en prevencion10.es, acceder al área destinada al servicio del hogar familiar y responder un cuestionario sobre las tareas que realiza la trabajadora y los posibles riesgos del hogar: productos químicos, esfuerzos físicos, acceso al baño, tiempos de descanso, ergonomía, etc. Una vez completada la evaluación, el sistema genera un documento editable que deberá guardarse en casa y entregarse a la trabajadora.
Qué ocurre tras realizar el trámite y qué pasa si se detectan riesgos
Este trámite no se queda solo en rellenar un cuestionario. Una vez evaluadas las respuestas, la plataforma muestra si hay riesgos y, de haberlos, marca en colores qué medidas deben aplicarse. Las alertas en rojo indican actuaciones urgentes porque afectan a la seguridad y salud de la trabajadora, como falta de ventilación en el lugar de planchado, acceso restringido al baño o uso de químicos nocivos sin protección.
En este punto, el empleador deberá implementar mejoras y dejar registrado quién será el responsable de aplicarlas y en qué plazo. La mayoría de las soluciones no tienen coste económico, ya que se basan en organización del trabajo, provisión de guantes, colocar productos fuera del alcance o permitir el uso del baño adecuado. Una vez finalizado el trámite, se obtienen dos copias del documento:
- Una para el empleador (que deberá tener en casa por si hay inspección).
- Otra para la trabajadora del hogar, que tiene derecho a conocer la evaluación de su puesto.
No cumplir con este trámite dentro del plazo será sancionable, así como no actualizarlo en caso de cambios posteriores en las condiciones de trabajo.
Un trámite que refuerza la dignidad y profesionalización del empleo doméstico
Puede que muchos hogares vean este trámite como “una carga más”, pero lo cierto es que marca un antes y un después en la dignificación del empleo doméstico. Hasta ahora, este sector siempre había quedado fuera de una protección laboral equiparable a la del resto de trabajadores. Este paso, junto con el derecho a paro, indemnización y prevención de riesgos laborales, sitúa a España más cerca del estándar europeo.
Además, el Ministerio ha habilitado materiales de apoyo para quien necesite ayuda con el trámite, incluyendo fichas explicativas, vídeos y un teléfono específico: 91 363 43 00, disponible de lunes a viernes.