El mercado automovilístico está cambiando y desde hace varios años los coches eléctricos se están abriendo hueco. Así, entre los que están perdiendo su protagonismo encontramos a los diésel, que han pasado de representar la mayoría de las ventas totales a tener la misma cuota de mercado que los eléctricos en la actualidad. Y es que se está apostando por mecánicas electrificadas, en especial coches híbridos convencionales (no enchufables) e híbridos ligeros, porque reciben la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico y esto hace que se beneficien de algunas ventajas fiscales, así como descuentos en zonas de estacionamiento regulado. Además, se olvida de futuros problemas con las Zonas de Bajas Emisiones.
La ventas de coches, en claro retroceso
Los gustos de los consumidores han cambiado y se aprecia en la tendencia de los últimos años. En 2023 se matricularon apenas un 12,5% de vehículos de combustible diésel y ese porcentaje bajó al 9,5% un año más tarde. Todo apunta a que en este 2025 se mantendrá la dinámica, también por lo visto en el arranque: el 5,8% de los coches vendidos son diésel y el 6,66% son eléctricos puros. Algo impensable hace una década.
Estos datos explican incluso que la oferta de coches diésel sea cada vez más reducida y que incluso algunas marcas hayan eliminado gran parte de sus modelos.
¿Interesa comprar un coche diésel?
Viendo cómo está el mercado actual y a lo que se aspira en el futuro, la apuesta por los coches eléctricos, es difícil justificar la compra un vehículo diésel. Pero, a pesar de todo lo que ocurre a su alrededor, sigue siendo un motor muy apropiado para determinados tipos de coches y conductores:
El diésel ofrece un gran rendimiento en coches grandes y pesados (berlinas, SUV, todoterrenos y monovolúmenes) así como la mejor opción para aquellos que hacen muchos kilómetros durante todo el año. Y es que a partir de un kilometraje concreto, 20.000 al año, interesa comprar un diésel sobre todo si la mayor parte de los trayectos se realizan en carreteras y autovías. El motivo, que el motor diésel es muy eficiente y ofrece una gran relación entre prestaciones y consumos.
En cambio, no es interesante comprar un coche diésel si se van a hacer pocos kilómetros y el uso preferente del vehículo será en la ciudad. No sólo porque no se logrará amortizar la diferencia de precio respecto con un modelo de gasolina, sino también porque las actuales tecnologías para reducir las emisiones hacen incompatibles estos modelos con la ciudad.
El diésel, compatible con la electrificación
Es importante saber que los coches diésel son compatibles, al menos hasta que permanezca la legislación actual, con los distintivos ecológicos de la Dirección General de Tráfico (DGT): ECO y CERO. Por tanto, también se pueden beneficiar de algunas de las ventajas mencionadas anteriormente.
En el mercado actual se pueden encontrar numerosos modelos con motores diésel electrificados, normalmente mediante una tecnología de 48 V. Es decir, una hibridación ligera que permite arañar algunas décimas al consumo y obtener la etiqueta ECO. Estas mecánicas diésel electrificadas se encuentran en todo tipo de fabricantes, desde los más generalistas a los premium.
Tampoco podemos encontrar coches con motor híbrido enchufable y etiqueta CERO, aunque únicamente está disponible en Mercedes y se trata de modelos muy caros. Volviendo a la pregunta inicial de si interesa comprar un diésel en este 2025, la respuesta, a pesar de todo, es que sí. Y es que estamos ante el mejor motor para coches grandes y para quienes hagan muchos kilómetros anuales. Y si va acompañado de algún tipo de electrificación, mejor.