El sharenting es una práctica muy extendida que en que los padres comparten imágenes e información en redes sociales de sus hijos menores. La misma no está exenta de riesgos, aunque se haga por amor, orgullo o deseo de mostrar momentos familiares. Aunque no lo parezca, con estas publicaciones podemos estar vulnerando de forma importante la intimidad, seguridad y bienestar de nuestros hijos.
Por ello, desde el Gobierno de Pedro Sánchez se prepara una ley para blindar a los menores frente a las redes sociales ya que “hay una sobreexposición muy grande” y en ocasiones se busca “la monetización de las imágenes de los hijos por parte de los padres” y también por parte “de los centros escolares y de los docentes”. El objetivo, según Laura Cuesta, una de las asesoras, “el objetivo es del proteger mejor la identidad digital de los mejores”.
La presencia en redes sociales de menores es un tema muy delicado y que quiere regular el Ministerio de Juventud e Infancia. Muchos lo consideran una necesidad urgente y más teniendo en cuenta que el 72% del material incautado a pedófilos son imágenes cotidianas no sexualizadas de menores, según los datos de la Policía Nacional y que se maneja también en el Comité de Personas Expertas para el Desarrollo de un Entorno Digital Seguro para la Juventud y la Infancia, del que forma parte Cuesta.
¿Qué se debe tener en cuenta antes de hacer una publicación con menores?
Elena Dapra, psicóloga, considera que hay que plantearse tres cosas: “La primera es si estoy protegiendo la privacidad de mi hijo o satisfaciendo una necesidad mía de reconocimiento o de aprobación; la segunda es ¿qué sentiría él o ella si viera esta imagen dentro de unos años? Y la tercera, ¿qué puede pasar con esta imagen en Internet?”.
Además, desde la Fundación SOL y desde la Asociación Española de Protección de Datos (AEPD) aconsejan que antes de publicar un vídeo o imagen de un menor debemos:
- Pensar antes de realizar la publicación, sobre todo en vacaciones o fechas señaladas, momentos en los que se tiende a compartir más contenido en redes sociales.
- Evitar compartir imágenes con uniformes escolares o en un entorno que pueda revelar información privada del menor.
- Respetar la privacidad de otros menores en eventos escolares o familiares.
- No normalizar el sharenting ya que cada like a publicaciones en las que aparecen menores refuerza una práctica que puede acabar siendo dañina.
- Atender al menor, no a la cámara: la mejor conexión es sin pantallas de por medio.
- Pedir a familiares y amigos que no compartan imágenes de tus hijos.
- Dar ejemplo ya que si queremos que los mejores respeten su privacidad, tenemos que demostrarlo primero nosotros.
- No hay sharenting seguro, ya que una vez que compartes no se puede controlar el destino de esa imagen. Por ello, se recomienda evitar esta práctica en la medida de lo posible.
Las medidas a incluir en la regulación que busca el Gobierno
La normativa busca proteger de las consecuencias negativas de la sobreexposición para la salud, el desarrollo y el bienestar del menor y debe, según los expertos, incluir una mayor concienciación por parte de los padres y de los profesores de que una vez publicada se pierde el control. También hay que concienciar sobre el concepto de privacidad, de protección de datos y de nuestra imagen.
Para Dapra, “se deben hacer campañas educativas dirigidas a las familias, protocolos claros en colegios y plataformas digitales y criterios de supervisión conjunta entre las autoridades, los educadores y los profesionales de la salud mental”.