Después de mucho años de lucha, de reivindicación sindical, los conductores de autobús en nuestro país, ya sean urbanos o de larga distancia, están más cerca de poder conseguir su objetivo: el del anticipar la jubilación sin tener penalizaciones en la pensión. Es decir, no perderán derechos económicos y recibirán la cantidad exacta que les correspondería si se retiraran en la edad ordinaria. Desde las organizaciones UGT y CCOO, junto con la patronal Confebus, se ha firmado la solicitud oficial para aplicar coeficientes reductores a la edad de retiro de este colectivo, una figura que reconoce la penosidad y el riesgo asociados a determinadas profesiones.
Según los sindicatos, esta solicitud supone “un paso histórico” hacia el reconocimiento de un trabaja que consideran especialmente exigente. Ahora, el documento en el que se estampa el acuerdo deberá ser evaluado por la Seguridad Social, que tendrá seis meses para responder.
Adelantar la jubilación sin merma en la pensión
Los coeficientes reductores permite que cada año trabajado en una actividad de alta exigencia física o mental cuente con más tiempo cotizado, por lo que aquellos trabajadores que la desarrollan pueden acceder antes a la jubilación sin perder sus derechos económicos. Es decir, que pueden recibir la misma pensión que recibirían si se retirasen a la edad ordinaria. Este sistema ya se aplica a profesionales de la minería o los marineros.
Con este nuevo sistema, el Gobierno evaluará cada solicitud basándose en datos objetivos de salud, mortalidad y siniestralidad y aprobará si procede la medida mediante Real Decreto, fijando también la sobrecotización compensatoria necesaria para mantener el equilibrio del sistema de pensiones.
Lo requisitos de acceso para ser conductor de autobús
En la actualidad, en nuestro país, hay unos 95.000 conductores profesionales de transporte de viajeros, con una media de edad que está en los 50 años según los datos de Confebus. De acuerdo al Real Decreto 402/2025, estos profesionales podrán jubilarse a partir de los 52 años, aunque la edad concreta dependerá del número de años cotizados y del tiempo efectivo trabajado en el sector.
Será la Dirección General de la Seguridad Social la que determine si las condiciones de trabajo de los conductores (altos niveles de estrés, exposición prolongada al tráfico y horarios irregulares) justifican el reconocimiento de penosidad. El análisis se basará en índices de siniestralidad, bajas laborales e incapacidad temporal, comparados con otros sectores. Si los datos avalan la solicitud, el Gobierno podrá aprobar el coeficiente mediante Real Decreto, fijando tanto el grado de reducción de edad como la cotización adicional necesaria para equilibrar el coste en el sistema de pensiones.
No obstante, el proceso todavía depende de que se active el comité de evaluación previsto en el decreto del Ejecutivo, que siguen pendiente de constitución. Desde UGT se ha reclamado a la Seguridad Social “celeridad” y se ha recordado que el sector “sufre numerosos problemas de salud, sobre todo musculoesqueléticos, y un alto nivel de siniestralidad”.
Los conductores de mercancías
El paso dado por el colectivo de transporte de viajeros podría abrir las puertas a otros. Así, las patronales del transporte de mercancías también se comprometieron a solicitar coeficientes reductores, aunque las negociaciones todavía están abiertas. Los sindicatos recuerdan que este sector fue el que más muertes por accidente tuvo el pasado año y que los datos de este 2025 lo mantienen entre los más peligrosos.
Si la Seguridad Social aprueba finalmente esta solicitud, los conductores de autobús se convertirán en el segundo gran grupo profesional por detrás de los obreros de la construcción en acceder a esta vía de jubilación anticipada.