Miles de personas están recibiendo en sus buzones un aviso nada agradable, ya que Hacienda ha comenzado a enviar las conocidas como “cartas del miedo”. Y aunque estas notificaciones no implican una sanción inmediata, sí son un aviso de que algo en tu declaración de la Renta no cuadra, es decir, que Hacienda pide explicaciones, correcciones o documentación adicional, y no responder puede acabar saliendo muy caro.
Esto quiere decir que, si recibes una de estas cartas, no te están multando directamente, pero Hacienda te está advirtiendo de que ha detectado una posible irregularidad, lo cual puede tratarse de deducciones mal aplicadas, ayudas no declaradas o ingresos que no coinciden con los datos que ellos tienen. En cualquier caso, es obligatorio contestar o corregir, porque de lo contrario pueden llegar sanciones importantes.
Quién recibe las cartas de Hacienda y por qué llegan
No todo el mundo está en el punto de mira, pero sí hay colectivos a los que Hacienda presta más atención o revisa más en detalle, como es el caso de los autónomos, ya que sus declaraciones suelen incluir más deducciones y gastos que requieren justificación. También vigila las ayudas públicas, como las destinadas a la rehabilitación de viviendas o la compra de vehículos eléctricos, que muchas veces no se incluyen en la declaración como ingresos.
Otro motivo habitual por el que Hacienda manda estas notificaciones es la falta de coincidencia entre lo declarado y los datos de terceros. Por ejemplo, si un cliente informó de unas retenciones y en tu declaración no aparecen reflejadas, el sistema lo detecta de inmediato, algo que también ocurre con las deducciones autonómicas duplicadas o aplicadas sin cumplir los requisitos.
En lo que llevamos de campaña, Hacienda ya ha superado las 80.000 notificaciones, lo que marca un aumento respecto al año pasado. Septiembre suele ser el mes con mayor volumen de envíos, ya que es cuando la Agencia Tributaria intensifica las comprobaciones tras el verano.
Qué hacer si recibes una carta de Hacienda
Lo más importante es no entrar en pánico y leer con calma el contenido de la carta, ya que Hacienda suele indicar de forma bastante clara cuál es el punto que no coincide o qué información falta. Una vez hayas podido localizar el problema, tendrás que revisar tu declaración de la Renta, preparar la documentación que acredite tus datos y responder en el plazo indicado.
En caso de que, en efecto, hayas cometido un error, lo más sencillo es presentar una declaración rectificativa; mientras que si ves que todo está correcto, lo único que tienes que hacer es presentar las pruebas que lo respalden, tales como facturas, justificantes de pago o los certificados que acrediten que has recibido una ayuda y las condiciones de la misma.
Ignorar estas cartas nunca es buena idea, ya que si no contestas, Hacienda puede regularizar la situación de oficio, lo que implica pagar la deuda más los intereses de demora; y en caso de que haya detectado que la falta fue grave, la sanción puede ir del 50% al 150% del importe reclamado. Incluso si no hay deuda, existe una multa fija de 200 euros por no atender el requerimiento enviado.
Consejos para evitar problemas futuros con Hacienda
Es normal que cuando veamos una carta de Hacienda en nuestro buzón nos preocupemos, pero si seguimos una serie de consejos, es probable que no nos llegue nunca una, como por ejemplo el declarar todas las ayudas que recibamos, aunque estas sean muy pequeñas. También es importante que revisemos al detalle las retenciones que nos hacen las empresas o los clientes y ver que coinciden con lo que nosotros hemos puesto en nuestra declaración de la Renta.
Otro punto clave es tener cuidado con las deducciones autonómicas, ya que muchas veces los contribuyentes aplican beneficios fiscales que ya no están vigentes o lo hacen sin cumplir todas las condiciones, siendo además una de las incidencias que más revisa Hacienda cada año.
Finalmente, conviene conservar durante al menos cuatro años todas las facturas, justificantes y documentos relacionados con la declaración, ya que ese es el plazo durante el cual Hacienda puede realizar comprobaciones y pedirte explicaciones.