Si tienes una segunda vivienda o una propiedad que utilizas solo en verano, debes tener cuidado, ya que Hacienda puede sancionarte si no declaras correctamente el inmueble, incluso aunque esté vacía o no genere ingresos; y es que aunque solo la uses para tus vacaciones y creas que “no pasa nada”, el organismo fiscal considera que tu casa debe aparecer en la declaración de la Renta, bajo la categoría correspondiente. Ignorar esta obligación puede traducirse en multas que van desde cientos hasta miles de euros, por lo que es importante que estés atento a todas las normas que hay acerca de este tema.
La verdad es que el mensajes es bastante claro, ya que lo que viene a decir es que no basta con que la vivienda esté cerrada, limpia y ordenada; la responsabilidad ante Hacienda va mucho más allá de mantenerla en buenas condiciones. La administración tributaria vigila que todos los inmuebles, aunque estén en desuso, figuren en el IRPF, y las sanciones aplican tanto si se trata de viviendas vacías como si se destinan a alquiler; pero veamos más acerca de este tema, de las sanciones que pueden imponerte y qué debes hacer para cumplir con la normativa vigente.
Cómo declarar tu segunda vivienda ante Hacienda y qué tipos de viviendas encontramos
Antes de entrar en pánico, poner las manos en el cielo y preguntarte cómo y cuánto has de pagar, es importante saber qué declaración corresponde a tu propiedad, ya que hay diferencias entre unas y otras, por ejemplo, si tu vivienda no genera ingresos y se utiliza solo de manera estacional, debe registrarse en el apartado de “Bienes inmuebles no afectados a actividades económicas”. En este lugar se incluyen las casas vacías, los apartamentos para vacaciones y cualquier otro inmueble que no sea residencia habitual, algo que puede sorprendernos ya que no sacamos ningún rédito económico por ella. ya que incluso en estos casos, Hacienda exige su inclusión en la declaración para evitar problemas posteriores.
Si, en cambio, la propiedad se alquila, los ingresos generados se consideran rendimientos del capital inmobiliario y deben tributar como tal. El organismo fiscal añade porcentajes sobre el valor catastral del inmueble: 2% de manera general y 1,1% adicional si se ha revisado el valor en la última década. Esta medida busca “equilibrar” la tributación y garantizar que los propietarios contribuyan incluso cuando deciden no alquilar; aunque debes tener en cuenta que los expertos señalan que estas obligaciones son independientes, es decir, que una vivienda no puede estar declarada simultáneamente como disponible y en alquiler.
Sanciones por no cumplir con Hacienda
Al igual que pasa en otras ocasiones, el hecho de ignorar todas estas obligaciones puede suponer una serie de sanciones económicas que pueden llegar a afectar muy negativamente a tu bolsillo, y por el simple hecho de desconocer cómo funciona la normativa. Hacienda clasifica las infracciones en leves, graves y muy graves, siendo que las primeras pueden llegar a suponer el 50% de la cantidad no declarada, hasta un máximo de 1.500 euros (siempre que su base sea inferior a los 3.000 euros).
Por otro lado, tenemos las sanciones graves, que se dan cuando vas un paso más allá de lo anterior y ocultas información deliberadamente y la base supera los 3.000 euros, las cuales suponen unas sanciones que van del 50% al 100% del total. En último lugar nos encontramos con las sanciones muy graves, las cuales se dan cuando hay fraude evidente y pueden llegar a suponer entre el 100% y el 150% de la cantidad que se haya omitido.
Además, las sanciones nunca llegan solas, ya que junto a la multa, Hacienda exige abonar lo que no se declaró originalmente, más los intereses de demora, lo que puede disparar la factura final. Por eso, los asesores recomiendan revisar cada propiedad y asegurarse de cumplir con todas las obligaciones antes de disfrutar de unas vacaciones tranquilas.