Un de los objetivos de Hacienda es acabar, o reducir todo lo posible, con el dinero B y la economía sumergida, por lo que siempre exige a quién considera que puede estar incumpliendo con la legalidad que justifique determinados movimientos de entrada y salida de dinero sobre todo cuando se trata de cantidades entre los 1.000 euros y los 3.000 euros. Así que todo lo que tiene que ver con movimientos de dinero en efectivo, en unas cifras elevadas, están bajo la lupa del organismo tributario.
No lo tendrá fácil Hacienda, pues el pago en efectivo, aunque pueda parecer extraño, es todavía el preferido por muchas personas a pesar de la comodidad de hacerlo mediante tarjeta y la predisposición de todos los comercios de realizar el cobro con tarjeta e incluso en algunos mediante Bizum.
Pérdida de privacidad
La preocupación por la posible eliminación del dinero en metálico, billetes y monedas, es alta en parte de la población. Sin embargo, este cambio podría reducir de forma considerable el dinero que no es declarado y dificultaría mucho más las actividades delictivas como el fraude fiscal, el lavado de dinero o la economía sumergida, que es contra lo que pretende luchar Hacienda.
Pero si se dice adiós al dinero, se pierde también la total privacidad en las transacciones, ya que todos los movimientos realizados quedarían registrados. No es lo único negativo, pues un sistema de pago totalmente digital conlleva el riesgo de un apagón, fallo informático o ciberataque masivo que podría paralizar por completo la capacidad de hacer un pago e incluso dejaría a muchas personas sin acceso inmediato a sus ahorros o productos esenciales.
Hacienda endurece sus controles
En este contexto, Hacienda confirmó que desde hace unos meses ha endurecido e intensificado sus controles e investigaciones sobre el movimiento del dinero en efectivo que se saca de una entidad bancaria y también el que se ingresa. Lo hace sobre todo cuando se trata de grandes cantidades y estas no han sido justificadas previamente a la Agencia Tributaria.
Esta es una de las manera que tiene la entidad pública para poner fin a los pagos en B y la economía sumergida. Para acabar con este tipo de delincuencia, Hacienda exige que se demuestre de dónde viene ese dinero, es decir, que quién hace esa operación lo justifique en caso de que sea un ingreso. Además, también reclama que se evidencie para qué se saca en efectivo cuando se trata, como se dijo, de grandes cantidades.
¿Qué cantidades de dinero se deben justificar?
Aunque Hacienda no especifica la cifra a partir de la cual se debe justificar un movimiento como los descritos previamente, sí recuerda que los bancos están obligados por ley a notificarle cualquier operación en efectivo igual o superior a 3.000 euros. De la misma manera, si se ingresa o se retira cantidades pequeñas como 1.000 euros en diferentes días también se considerará que puede tratarse de algo sospechoso y podrá proponer una investigación.
¿Cómo se pueden justificar los ingresos y retiradas de grandes cantidades en efectivo?
Desde la Agencia Tributaria se informa que una de las mejores maneras para dejar claro y justificar adecuadamente las cantidades que se ingresan y se retiran en una cuenta bancaria son, entre otras, tener toda la documentación relacionada con facturas de pago, contratos o herencias que se reciban.
Si no se demuestra la legalidad de estos movimientos, Hacienda se reserva el derecho de imponer sanciones que pueden alcanzar hasta el 50% del dinero involucrado. En números, podría llegar hasta los 150.000 euros en los casos más graves.