La pensión no contributiva por invalidez es una prestación económica que se otorga a las personas que, por padecer una enfermedad o una lesión, se encuentran en situación de invalidez y no tienen recursos económicos suficientes.
En 2024, la cuantía anual íntegra de la pensión no contributiva de invalidez es de 7.250,60 euros. Esta cuantía se abona en 14 pagas mensuales de 517,90 euros cada una.
Requisitos para acceder a la pensión
Para acceder a la pensión no contributiva por invalidez, los solicitantes deben cumplir los siguientes requisitos:
- Ser mayor de 18 años y menor de 65 años en la fecha de la solicitud
- Residir legalmente en territorio español y haberlo hecho durante 5 años, de los cuales dos serán inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.
- Estar afectados por una discapacidad o enfermedad crónica en un grado igual o superior al 65%.
- Carecer de rentas o ingresos suficientes
El requisito de carencia de rentas o ingresos suficientes se acredita cuando la suma, en cómputo anual, de los ingresos personales de la persona solicitante es inferior al importe, también en cómputo anual, de la pensión (7.250,60 €)
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Cómo solicitar la pensión
La gestión de estas pensiones no contributivas está atribuida a los órganos competentes de cada Comunidad Autónoma y a las Direcciones provinciales del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) en las ciudades de Ceuta y Melilla.
La solicitud debe ir acompañada de la siguiente documentación:
- Documento de identidad o tarjeta de residencia.
- Informe médico que acredite la situación de invalidez.
- Declaración de ingresos de la persona solicitante y de su unidad económica de convivencia.
La pensión no contributiva por invalidez es una prestación económica importante para las personas que se encuentran en situación de invalidez y no tienen recursos económicos suficientes.
Para acceder a esta prestación, los solicitantes deben cumplir una serie de requisitos, entre los que se encuentran tener la nacionalidad española o ser extranjeros residentes en España de forma legal y continuada durante al menos cinco años, tener cumplidos los 18 años de edad, encontrarse en situación de invalidez y no tener recursos económicos suficientes.
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