Incapacidad permanente y finiquito: lo que todo trabajador debe saber para no perder dinero

El reconocimiento de una incapacidad permanente supone un procedimiento en el que la percepción de una pensión contributiva mensual, a excepción de la incapacidad permanente parcial, supone una indemnización de pago único. De esta misma manera, este hecho también tiene repercusiones en el ámbito laboral del trabajador. En este sentido, es relevante hacer mención a la reforma del artículo 49 del Estatuto de los Trabajadores en España. Esta reforma suprime el despido automático por reconocimiento de incapacidad permanente.

Así pues, dicha reforma establece que el trabajador podrá tener la posibilidad de considerar si continúa o no en su puesto de trabajo tras el reconocimiento de una incapacidad permanente. La empresa deberá modificar el puesto de trabajo, dentro de sus posibilidades, a las nuevas necesidades que requiere trabajador.

Finiquito después del reconocimiento incapacidad permanente

En el momento que se produce la extinción o suspensión de una relación laboral, el trabajador tiene derecho a el cobre del finiquito correspondiente. En otras palabras, una cuantía de dinero a modo de compensación en función de los años que ha estado trabajando para la empresa. En cambio, se debe subrayar la relevancia de la realización de algunas aclaraciones en función de incapacidad permanente.

Al respecto, los abogados de ‘Fidelitis’, especialista en incapacidad laboral, exponen que «el art. 49.1 del Estatuto de los Trabajadores recoge que la extinción del contrato por la concesión de una incapacidad permanente no tiene reconocida ninguna indemnización, salvo que así lo recoja el convenio colectivo o el contrato de trabajo». No obstante, puede darse el caso de que la incapacidad permanente derive de accidente de trabajo o enfermedad  de carácter profesional. En el caso de que el hecho causante se ha producido por responsabilidad por parte de la empresa, es posible que el trabajador tenga derecho a una indemnización económica.

En esta situación, no es habitual que los convenios colectivos tengan en cuenta indemnizaciones de este tipo en casos de incapacidad permanente total. Suele ser más común en situaciones de incapacidad permanente absoluta o Gran Invalidez.

Qué incluye el finiquito por incapacidad permanente

A continuación, enumeramos qué elementos se tienen en cuenta dentro del finiquito después del reconocimiento de una incapacidad permanente, en los casos que fuesen pertinentes: parte proporcional de las pagas extraordinarias pendientes y vacaciones generadas y no disfrutadas. Uno de los puntos que se incluyen en el finiquito son las pagas extraordinarias que no se le hayan otorgado al trabajador, ya que durante el periodo de incapacidad temporal estas pagas no se perciben. El segundo elemento clave son las vacaciones generadas y que no hayan sido disfrutadas por parte del trabajador. Por parte de ‘Fidelitis’, explican que a pesar de que el trabajador no haya estado trabajando durante el tiempo en que hayas permanecido de baja médica, a efectos de vacaciones computan como días trabajados, por lo que puedes exigir su abono.

El importe del finiquito sí tributa

Por último, el importe del finiquito que se recibe por incapacidad permanente sí tributan el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas). No obstante, la indemnización a la que tienen derecho algunos trabajadores sí se encuentra exenta de tributación. Los trabajadores deben tener en cuenta que el finiquito es un derecho económico que corresponde al trabajador cuando termina su relación laboral con la empresa. Así, este finiquito se recibe en un pago único que puede incluir vacaciones no disfrutadas, pagas extras proporcionales pendientes, salarios que aún no se han cobrado y otros conceptos. Asimismo, la legislación actual establece la total compatibilidad entre la percepción del finiquito y el cobro de la pensión de incapacidad permanente correspondiente. Los dos prestaciones no tiene relación entre sí.

Si se encuentra en este caso, no dude en reclamar este finiquito para poder finalizar su vida laboral en unas condiciones en las que la vida del trabajador es tomada en cuenta.