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En este artículo vemos los criterios de la Incapacidad permanente por depresión y los grados de discapacidad por depresión.
La depresión es un tipo de enfermedad mental que puede dar acceso a una pensión de incapacidad permanente, siendo necesario pasar un exhaustivo control por los médicos de la Seguridad Social.
Es una enfermedad clínica, grave y común, que afecta física y mentalmente en nuestro modo de sentir y de pensar. La depresión nos puede provocar deseos de alejarnos de nuestra familia, amigos, trabajo, y escuela. Puede además causarnos ansiedad, pérdida del sueño, del apetito, y falta de interés o placer en realizar diferentes actividades.
Criterios para Incapacidad Permanente por Depresión
Incapacidad Permanente Total
Este grado se suele reconocer cuando la depresión afecta a trabajadores de profesiones con riesgo para terceros. Por ejemplo, si la persona va armada (policías, vigilantes de seguridad) o conduce vehículos pesados (como un autobús). Pero también en caso de actividades de alta exigencia mental o estrés (altos directivos o empleados de banca).
Incapacidad Permanente Absoluta
La incapacidad permanente absoluta por depresión se concede si el solicitante cumple los criterios generales de la incapacidad permanente para la depresión.
Es decir, que la patología sea crónica y recurrente, mientras no existan posibilidades terapéuticas para su cura.
Esto es debido a que se entiende que, debido a los síntomas y su afectación, el trabajador no se encuentra en condiciones de llevar a cabo ningún tipo de actividad laboral con normalidad.
Gran Invalidez
La gran invalidez se produce cuando, además de cumplir los requisitos para la absoluta, el grado depresivo o los síntomas de carácter psicótico asociados son muy graves. Tanto que la persona requiere de supervisión de un tercero por el riesgo de autolesiones o para la toma de la medicación.
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Grados de discapacidad
- Clase 1: Cuando la persona presenta alguno o algunos de los síntomas con carácter aislado pero no suponen una disminución de su capacidad funcional, su grado de discapacidad por depresión es del 0%.
- Clase II Discapacidad leve (1% – 24%): En este nivel el afectado tiene capacidad para llevar a cabo una vida autónoma. O dicha capacidad está sólo levemente disminuida.
La persona puede mantener una actividad laboral normalizada y productiva excepto en etapas en las que aumenta el estrés.
- Clase III: Discapacidad moderada (25% – 59%): Se da si se sufre una restricción moderada en la realización de actividades de la vida cotidiana, incluyendo las relaciones sociales. Y una disminución en la capacidad para desempeñar un trabajo remunerado. En estas circunstancias, la discapacidad por depresión sólo permite llevar a cabo tareas con supervisión en centros ocupacionales, o una actividad laboral normalizada en un puesto de trabajo adaptado.
- Clase IV: Discapacidad grave (60-74%): Tiene lugar si se presentan graves restricciones y dificultades en las actividades de la vida cotidiana. Precisa de supervisión intermitente en ambientes protegidos, y un control total fuera de ellos. La capacidad laboral está gravemente aminorada, presentando deficiencias en la concentración.
- Clase V: Discapacidad muy grave (75%): la depresión invalida por completo a la persona, tanto para cuidar de sí misma como para desarrollar las actividades básicas de la vida cotidiana. Para hacerlas, necesita el apoyo de una o varias personas de manera continuada. No existe, por tanto, posibilidad de que realic ningún tipo de trabajo.