Jubilarse a los 61 años será posible en 2025: la lista de trabajadores que podrán solicitar la jubilación

Es una de las metas para muchas personas que ven cómo los años pasan y esa edad de jubilación se acerca. Sin embargo, en los últimos años no hacemos más que ver cómo esa fecha para jubilarse cada vez se ve más lejana. Pero no para todos. A partir de 2025, jubilarse a los 61 años será posible para un grupo específico de trabajadores en España, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos. Esta medida está enfocada en aquellos que se ven obligados a dejar de trabajar debido a que se ha extinguido la relación laboral.

Motivos: desde despidos colectivos a causas técnicas. Sea como sea, ajeno a la voluntad del trabajador. Eso sí, como vamos a ver, jubilarse antes conlleva importantes implicaciones tanto en términos de los requisitos que se deben cumplir como en las consecuencias económicas que acarrea.

¿Quiénes podrán acceder a la jubilación anticipada?

La jubilación anticipada a los 61 años no estará disponible para todos los trabajadores, sino solo para aquellos que se encuentren en una situación de desempleo involuntario. Esto implica que el trabajador debe haber perdido su empleo debido a causas completamente ajenas. También puede aplicarse si el despido fue por la incapacidad del empresario, la jubilación o el fallecimiento de este, o incluso por motivos de fuerza mayor.

Sea como sea, los requisitos no acaban aquí. Es fundamental que el trabajador haya cotizado al menos 33 años a la Seguridad Social. Además, de esos 33 años, al menos 2 deben haber sido cotizados en los últimos 15 años previos a la solicitud de jubilación. Otro requisito clave es que el trabajador debe estar inscrito como demandante de empleo durante al menos 6 meses después de haber perdido su empleo, una forma de asegurarse de que su búsqueda no ha concluido allí

Ventajas y desventajas de jubilarse a los 61 años

Jubilarse a los 61 años puede ser una opción más que atractiva hoy, donde hay gente que debe jubilarse con más de 67 años para obtener una pensión digna. Esta posibilidad ofrece una salida para quienes ven pocas oportunidades de reinserción laboral tras perder su empleo. Especialmente en sectores donde la demanda de empleo para personas mayores es baja, es sin duda toda una opción.

¿Qué es lo malo de todo esto?

Que presenta varias desventajas. La más relevante es la reducción en la cuantía de la pensión que recibirán estos trabajadores. La Seguridad Social aplica coeficientes reductores a la pensión cuando un trabajador decide jubilarse antes de la edad legal establecida. Estos coeficientes son más elevados cuanto mayor es la anticipación de la jubilación. En el caso de optar por jubilarse a los 61 años, el recorte puede ser de hasta un 30% para aquellos que hayan cotizado menos de 38 años. Esto implica que los ingresos durante la jubilación van a ser bastante más bajos y eso puede mermar la calidad de vida demasiado como para ser una opción.

Además, es importante destacar que esta modalidad de jubilación anticipada está condicionada a la extinción de la relación laboral por motivos ajenos al trabajador. Esto significa que no es una opción disponible para aquellos que desean jubilarse voluntariamente a esta edad, sino únicamente para quienes se encuentran en una situación de desempleo involuntario.

Sea como sea y aunque la pensión será más baja debido a los coeficientes reductores aplicados, esta medida da una alternativa para quienes enfrentan dificultades laborales y no ven posibilidades de volver al trabajo como antes. En cualquier caso, una opción que hay que meditar, analizar y volver a pensar cuidadosamente.