La Seguridad Social lo hace oficial: los jubilados que viven de alquiler pueden acceder a esta ayuda de 525 euros

En muchas ocasiones, más de las que podamos creer, encontrar un equilibrio entre los ingresos y el coste de vida es complicado. El aumento del precio de los alquileres choca de manera frontal con la insuficiencia de recursos económicos, lo que genera un gran preocupación en parte de la sociedad. Así, en esta contexto, las ayudas públicas se vuelven un recurso vital para preservar la calidad de vida y garantizar un mínimo bienestar, puesta estas personas viven solas, sin tener una casa en propiedad y una pensión que apenas cubre lo esencial.

Una de las ayudas que busca aliviar esa carga al alquiler la gestiona el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) y, con un importe de 525 euros, está destinada a personas en situación de vulnerabilidad, con pensiones no contributivas.

Una ayuda para varios colectivos

La Seguridad Social, mediante el IMSERSO, ofrece esta ayuda económica para colaborar con el pago del alquiler a quienes perciben una pensión no contributiva. Esta prestación está pensada para personas mayores de 65 años que reciben este tipo de pensión, que no han cotizado nunca o no lo suficiente como para recibir una pensión contributiva. También pueden beneficiarse de a misma personas entre los 18 y los 65 años con una discapacidad igual o superior al 65% siempre que reúnan ciertos requisitos.

El importe de esta ayuda es de 525 euros, que se abona en un único pago anual. Aunque no es una cantidad elevada, puobjetivo general de las pensionesede marcar una diferencia significativa para quienes deben destinar gran parte de sus ingresos a mantener un techo. Esta prestación se suma al  no contributivas, que pretenden garantizar unos ingresos mínimos y atender las necesidades básicas de personas sin recursos suficientes.

En este caso, el objetivo está puesto en facilitar el acceso a una vivienda en régimen de alquiler, sobre todo en un momento en el que los precios han experimentado una enorme subida, sobre todo en las grandes ciudades.

Requisitos para poder obtener la ayuda

No todas las personas con pensiones no contributivas pueden acceder de forma automática a esta ayuda. El IMSERSO ha establecido una serie de condiciones que deben cumplirse para poder recibir la cantidad asignada, los 525 euros.

  • Contar cona una pensión reconocida de jubilación o invalidez en la modalidad no contributiva.
  • No ser propietario de una vivienda.
  • Contar con una pensión reconocida de jubilación o invalidez en la modalidad no contributiva.
  • No ser propietario de una vivienda.
  • Ser titular del contrato de arrendamiento.
  • No tener con el arrendador ningún vínculo conyugal ni de parentesco hasta el tercer grado, ni mantener una relación afectiva estable análoga a la conyugal.
  • Tener fijada la residencia habitual en la vivienda alquilada.

Es importante saber que si en una misma vivienda conviven varias personas con pensión no contributiva, sólo uno de ellos podrá acceder a la ayuda y será el que figure como titular del contrato del alquiler. Si hay varios, el primero que aparezca.

En cuanto a la referencia de vivienda habitual, la Seguridad Social establece que debe ser un domicilio en el que la persona haya residido al menos durante los 180 días previos a la solicitud, o bien tener un contrato de arrendamiento con vigencia igual o superior a un año.

¿Cómo se puede solicitar?

Las personas interesadas pueden acceder a esta ayuda a través de diferentes canales. Así, en función del lugar de residencia, las solicitudes se deben presentar:

  • En los Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma correspondiente.
  • En las Diputaciones Forales de País Vasco y Navarra.
  • En las Direcciones Territoriales del IMSERSO en Ceuta y Melilla.

También se puede solicitar de forma online mediante la Sede Electrónica del IMSERSO, lo que facilita el proceso a aquellos que prefieren evitar desplazamientos.