Seguro que muchos trabajadores que dentro de poco se van a enfrentar a la jubilación, están pensando en cómo poder hacerlo antes, pero sin que eso repercuta negativamente en su pensión, algo que es posible si se siguen una serie de pautas que ha revelado Alfonso Muñoz Cuenca, un funcionario de la Seguridad Social. Según Muñoz, hay tres claves que pueden suponer una gran diferencia en el importe final que vayas a recibir en tu prestación, los cuales son el revisar la compatibilidad con prestaciones como el paro, el elegir el mes de solicitud con estrategia y tratar de evitar ciertos plazos que implican penalizaciones permanentes.
El primer consejo de Muñoz es especialmente relevante para quienes estén cobrando el paro contributivo del SEPE, y es que si solicitan la jubilación anticipada mientras se percibe el desempleo puede traerles una serie de desventajas en el futuro. Aunque el SEPE cotiza por ti casi igual que si estuvieras trabajando, tus cotizaciones no se verán incrementadas más allá de lo habitual, por lo que podría ser mejor agotar esta prestación antes de iniciar los trámites de jubilación, de tal modo que la futura pensión no se verá penalizada por solapamientos innecesarios y se optimiza el calendario de la transición hacia el retiro del mercado laboral.
Por qué es importante el mes en el que se solicita la jubilación para tener una pensión más alta
Lo cierto es que el mes en que se solicita la jubilación anticipada puede influir directamente en el importe de tu pensión, algo que Muñoz ya ha comentado y el cual ha confirmado que diciembre es el mejor momento para hacer la solicitud. La razón es sencilla, ya que las pensiones se revalorizan anualmente según el Índice de Precios de Consumo (IPC), y si el hecho causante de la jubilación ocurre antes de finalizar el año, el incremento por revalorización se aplicará al año siguiente. Esto puede suponer un aumento significativo frente a quienes solicitan su pensión meses antes, sin aprovechar la subida automática que ofrece el calendario fiscal y de Seguridad Social.
Además, este pequeño ajuste puede resultar más importante de lo que parece, ya que para quienes buscan optimizar la pensión sin retrasar demasiado su retiro, planificar la solicitud para finales de año puede marcar la diferencia entre una cuantía estándar y una ligeramente superior, manteniendo la ventaja de jubilarse anticipadamente sin renunciar a una mejora económica a largo plazo.
Penalizaciones que duran toda la vida: por qué debes evitar estos plazos
Tal y como está avalado por la ley, el adelantar dos años la jubilación ordinaria es posible, aunque Muñoz avisa que, si la solicitamos 24 meses antes exactamente, esto conllevaría unos coeficientes reductores más altos durante los tres primeros meses y, por desgracia, estos no desaparecen y afectarán a nuestra pensión de forma permanente. Una de las alternativas que nos sugiere este funcionario de la Seguridad Social es que adelantemos un poco menos el momento de nuestra jubilación, por ejemplo 21 meses antes de la edad ordinaria, algo que aún así sigue afectando pero no de manera tan negativa, consiguiendo de este modo una pensión más alta desde el primer día en que la recibamos.
Todas estas advertencias lo que hacen es dejarnos claro que debemos de tener mucho cuidado a la hora de organizar nuestro calendario de jubilación, lo cual implica que hay que revisar al detalle la compatibilidad con el paro, elegir bien el mes en el que hacemos la solicitud (recuerda: diciembre es el mejor) y evitar los plazos en los que podamos recibir una mayor penalización. Todas estas decisiones pueden hacer que nuestra pensión sea más alta de lo que en un principio teníamos pensado, ya que esos pequeños ajustes de semanas o meses pueden traducirse en cientos de euros adicionales al final del año.