Ni justificante ni informe médico: esto es lo que exige la ley para proteger tu sueldo en caso de enfermedad mientras trabajas

Es una situación que a todos nos ha pasado en alguna ocasión. Nos encontramos bien, pero de pronto, por una u otra razón, nuestras sensaciones cambian y terminamos yendo a casa para tirarnos en el sofá o meternos directamente en la cama. Para justificarlo, creemos que después servirá con un simple papelito del médico basta. Muchos son los que piensan que con el justificante es suficiente, están convencidos de que sirve para todo.

El problema es que este hábito tan común puede salirnos caro y no sólo porque se pueda perder una parte de salario, también hay riesgo de sanción disciplinaria. Lo que exige la normativa, para no tener problemas, ese pedir un parte de baja por incapacidad temporal y entregarla en un máximo de tres días.

No basta con el justificante de toda la vida

Pedir un informe de reposo es tan cómodo como inútil para poder justificar una ausencia laboral. En la práctica, ese papel solo acredita que se hizo una visita al médico a una hora determinada y en un centro concreto, pero poco más. Desde el punto de vista legal, y en la mayoría de convenios colectivos, solo el parte de incapacidad temporada sirve para demostrar que una persona está realmente impedida para ir a trabajar.

Es más, la legislación actual ni siquiera reconoce jurídicamente el justificante. Así lo resume Ignacio de la Calzada, experto en este ámbito como abogado laborista: “Las ausencias por enfermedad se justifican con un parte de incapacidad temporal, y no un informe médico que recomiende reposo”. De ahí que, si se opta por la vía rápida, la empresa puede descontarte el salario de ese día sin ningún problema.

Los riesgos de quedarse en casa sin la baja médica

El primero de ellos es el dinero contante y sonante: según la causa, la prestación por incapacidad temporal puede empezar a ser cobrada desde el día siguiente a la baja. Algunos convenios cubren incluso el 100% de la base reguladora desde el primer instante. Pero sin un parte, este ingreso desaparece, nada se sabe del mismo.

Después nos encontramos con la temida sanción. El justificante médico no puede indicar más de 72 horas de reposo: superar ese límite sin baja equivale a una ausencia injustificada. La compañía podría abrirte un expediente disciplinario y, en casos extremos, imponer una suspensión de empleo y sueldo. Por tanto, el evitar el papeleo, no hacer las cosas de la manera correcta, nos puede salir muy caro.

¿Cómo se debe pedir el parte de baja sin volverse loco?

Para no tener problemas en cuanto a este aspecto, hay que seguir los siguientes pasos:

  • Acudir a tu médico de cabecera en cuanto notes que no podrás rendir en el trabajo como es debido.
  • Solicitar de forma expresa el parte de incapacidad temporal. No hay que conformarse con el informe de reposo.
  • Se debe entregar la copia destinada a la empresa en un máximo de 3 días naturales.
  • Si mejoras antes de esas 72 horas iniciales, pide el alta y presenta el documento para que el proceso quede cerrado.

Con este proceso burocrático se consigue proteger el salario y la cotización, evitando sustos a final de mes. Por tanto, aunque sólo faltes un día, la baja es tu mejor escudo ya que te cubre legal y económicamente y deja a la empresa sin excusas. Al fin y al cabo, perder media mañana en el centro de salud es mejor que ver reducido el salario o quedar expuesto a una sanción.