A partir del pasado mes de septiembre, millones de madrileños van a tener que hacer frente a un nuevo impuesto, la ya famosa Tasa de Gestión de Residuos (TGR), la cual si bien no ha llegado de manera inesperada, sí que ha generado bastante malestar entre los vecinos de la capital debido a que no se trata de un pago opcional o de un tributo meramente secundario, sino que debido a la Ley 7/2022 se establece que todos los municipios con más de 5.000 habitantes deben implementarla para cubrir el coste de recogida, transporte y tratamiento de residuos urbanos.
El hecho de tener que pagar por la recogida de basura y por unos barrios más limpios es algo bastante lógico, pero el problema surge cuando se analiza lo que se debe pagar en cada barrio, ya que las diferencias entre unos y otros son las que han desatado toda la polémica. Y es que mientras que algunos madrileños pagarán alrededor de 50 euros, otros, especialmente en zonas céntricas como Moncloa, podrían ver cifras cercanas a los 600 euros, algo de lo que se ha informado a sus habitantes a través de una serie de cartas en las que se han indicado los plazos y las modalidades de pago, incluyendo la posibilidad de fraccionarlo a lo largo del 2026.
Cómo se calcula la nueva tasa y quién debe pagarla
Dentro del pago de esta nueva tasa, una cosa muy importante que debemos saber es cómo se calcula, ya que aquí entran varios factores, que son, primeramente, la Tarifa Básica, a la que se le suma la multiplicación de la Tarifa de Generación de Residuos por el Coeficiente de Calidad de Separación de Residuos, la cual en un principio pretende que se pague según la cantidad y el tipo de residuos que se genera en cada hogar.
La persona responsable de abonar la tasa es la que figure como propietaria del inmueble, ya que la ley deja claro que este tributo es independiente de otros impuestos, y que debe cubrir únicamente los costes del servicio de recogida y tratamiento de residuos, es decir, que no nos encontramos ante un impuesto general que financie otros servicios municipales; sino que es una medida dirigida a garantizar la sostenibilidad y eficiencia de la gestión de residuos.
Las primeras estimaciones dicen que, de media, el importe por hogar será de unos 140 euros, aunque esta cifra puede ser mayor o menor dependiendo del distrito en el que se encuentre la vivienda, algo que se puede ver bastante bien en que en zonas como Puente de Vallecas o Usera los pagos rondan los 45 y los 65 euros, mientras que en zonas más céntricas las cuantías que se manejan llegan a las tres cifras por norma general.
Objetivos y beneficios a largo plazo de esta tasa
Si bien todo el tema de los importes ha generado una gran polémica, la Tasa de Gestión de Residuos tiene una serie de objetivos relacionados con la política ambiental, y es que su principal finalidad es la de alcanzar un 5,5% de reutilizaron y reciclaje de los residuos para 2025, de forma que se cumpla con la normativa europea que se creó en el año 2018, fomentando de esta forma una gestión más eficiente y sostenible que incentive tanto a particulares como a empresas a seguir las 3 R, es decir, Reducir, Reutilizar y Reciclar.
Otro de los aspectos más importantes que se tratan de cumplir con esta nueva tasa es la de que los servicios de recogida y tratamiento de residuos sean autosuficientes financieramente, ya que de otra forma, estos costes del sistema recaerían indirectamente sobre otros tributos municipales.