Muchos nos preguntamos por el secreto de la longevidad y hacerlo con un buen estado de salud. Son muchas las circunstancias y los casos que se han dado, como el de Maria Branyas, una estadounidense que pasó gran parte de su vida en Cataluña y que murió a los 117 años. Además de sus excelentes condiciones biológicas y unas bacterias en los intestinos que le proporcionaban una gran resistencia a la inflamación, algo visto en un estudio realizado a Branyas, ella siempre dijo que una de las claves de su longevidad es que tomaba “un yogur cada día”.
El estudio realizado por el Institut Josep Carreras reveló que Branyas reunía unas condiciones biológicas prodigiosas: “Tenía un genoma muy bueno, que la protegía de muchas enfermedades, cardíacas, neurológicas, metabólicas”. Además, añadía un segundo factor y es que tenía “unas bacterias en los intestinos que le daban una gran resistencia a la inflamación, y así evitaba procesos inflamatorios crónicos, y otro es que tenía unos relojes epigenéticos, que hacían que sus jóvenes eran cronológicamente”, explicó el doctor y líder de la investigación Manuel Esteller. Todas estas condiciones hacían posible que María estuviese blindada de forma natural ante la enfermedad.
Es posible envejecer con buena salud
Con la información sobre Branyas se pudo comprender el mecanismo del envejecimiento saludable, algo “primordial” ya que abre la puerta a empezar a pensar “en replicar condiciones portentosas de Maria al resto de la población”. Esteller tiene claro que “por primera vez hemos encontrado genes asociados a la longevidad extrema en buenas condiciones y se pueden pensar formas de actuar sobre estos factores, utilizando distintos fármacos”.
De cara al futuro, puede servir también para trata determinadas enfermedades, tales como la progeria, una patología genética extremadamente rara que provoca envejecimiento prematuro. Esteller cree que “puede ser útil para tratar el otro extremo de la vida, los niños que sufren ese envejecimiento prematuro, porque al final lo mismo que nuestra supercentenaria, pero al revés. Por tanto, podemos pensar posibles terapias que puedan actuar contra esta enfermedad”.
La clave según Maria Branyas
Cuando a la protagonista se le preguntaba por la clave de su longevidad, ella siempre decía que comía “un yogur cada día”. Para los autores del estudio, es prematuro relacionar características biológicas con hábitos particulares, pero añaden que una alimentación saludable, una vida estimulante y la ausencia de hábitos tóxicos (por ejemplo tabaco y alcohol) podrían ayudar a explicar la inusual longevidad de esta mujer. Un estilo de vida saludable siempre suma, nunca resta.
Branyas murió hace un año en Olot (Girona) “como ella quería, mientras dormía, tranquila y sin dolor”, aseguraron desde su familia.
¿Por qué viven tantos años?
La ciencia y la demografía ha determinado, en las últimas décadas, que cada vez es más común que la gente supere los 100 años de edad. De acuerdo a los datos de la División de Población de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), mientras que en el año 1900 sólo 92.000 personas en el mundo había superado esa cifra, en 2021 la cifra era de 621.000 personas aproximadamente. Según los expertos, en 2050 será de 3,7 millones.
Un estudio del Laboratorio de Tecnología Transcriptómica del Centro RIKEN de Ciencias Médicas Integradoras concluyó que el envejecimiento saludable en personas muy longevas tendría que ver con las particularidades únicas de sus linfocitos T y las células del sistema inmunitario que ayudan a proteger el cuerpo de enfermedades e infecciones.
Por tanto uno de los secretos de estas personas para vivir más y en mejores condiciones es un potente sistema inmune, que podría verse beneficiado por unos hábitos saludables.