Seguro que hemos ido por la calle miles de veces y, a cada paso que dábamos, parecía que lo único que había eran restaurantes tipo McDonald’s, Burger King o KFC, es decir, de comida rápida, pero es que el indiscutible rey de las hamburguesas que tiene por logo una gran M ha confirmado que va a abrir 200 nuevos establecimientos en España antes de 2028, lo cual ha sorprendido a unos cuantos.
La clave de todo este crecimiento está en sumar nuevos socios franquiciados que compartan la visión de la marca, ya que McDonald’s no solo busca ampliar su red, sino que quiere hacerlo con emprendedores sólidos, capaces de invertir y de comprometerse con la gestión directa del negocio. Esa es la fórmula que explican sus responsables, los cuales son plenamente conscientes de que esta expansión es muy ambiciosa, pero a la vez buscan que cada restaurante mantenga los estándares de calidad y servicio que han convertido a la compañía en líder en España.
El ambicioso plan de expansión de McDonald’s en España
El proyecto contempla una inversión total de 500 millones de euros en cuatro años, gracias a lo cual se prevé que McDonald’s supere los 800 locales en territorio español, reforzando su presencia (como si no lo hubiera hecho ya) en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, aunque también quiere llegar a municipios medianos y zonas turísticas donde el consumo de comida rápida sigue creciendo.
Aparte de la inversión de capital, otra de las claves de esta expansión se encuentra en la búsqueda de terrenos y locales con alta visibilidad y facilidad de acceso, sobre todo para los servicios “drive-thru”, ya que los hábitos de los consumidores han cambiado, demandando una mayor rapidez, comodidad y opciones adaptadas a distintos momentos del día. Además, cada nueva apertura de McDonald’s incorporará criterios de sostenibilidad, con locales más eficientes, paneles solares y sistemas de ahorro energético.
El perfil de los nuevos franquiciados de McDonald’s
Aunque se haya anunciado la intención de abrir 200 establecimientos nuevos, es necesario señalar que poner en marcha un restaurante de McDonald’s no está al alcance de todo el mundo, ya que la compañía exige a sus futuros franquiciados un perfil muy concreto, siendo el primero de ellos el contar con una capacidad de inversión de entre 950.000 y 1,05 millones de euros, de los cuales al menos 350.000 deben ser fondos propios. Además, se requiere superar un programa de formación intensiva de un año, sin remuneración, en el que los candidatos aprenden desde la operativa diaria de un local hasta la gestión financiera y de equipos.
La idea es garantizar que cada socio esté preparado para mantener la filosofía de la marca y, a cambio de esa alineación con los valores la manera de hacer, McDonald’s asume los costes relacionados con la construcción del local y la inversión inmobiliaria, reduciendo así los riesgos iniciales para el franquiciado. Este acompañamiento es una de las razones por las que el modelo de la empresa tiene tanto éxito en España, y es que actualmente más del 90% de los restaurantes están gestionados por empresarios independientes.
Empleo y proveedores locales, claves en el impacto económico
Obviamente, esta expansión por parte de McDonald’s no solo implica que haya más restaurantes, sino que se traducirá a su vez en la creación de empleo y en un crecimiento económico local, ya que se calcula que derivado de la apertura de 200 establecimientos nuevos, se generarán al menos 10.000 puestos de trabajo directos e indirectos para 2028, teniendo especial peso entre los más jóvenes y aquellos que se incorporan al mercado laboral por primera vez.
Otro punto clave es la relación con los proveedores. Más del 70% de los productos que sirven los restaurantes de McDonald’s en España proceden de empresas nacionales, los cuales van desde las patatas hasta la carne o el pan, lo que implica que el impacto no se limita a los locales, sino que beneficia a toda la cadena productiva.