Con la llegada del otoño, con la caída de las temperaturas, la calefacción vuelve a ser protagonista. Las ventanas de casa suelen amanecer cubiertas de pequeñas gotas de agua. Esto, que parece un fenómeno totalmente inofensivo, es en realidad una señal de un problema mucho más serio: la condensación. Se trata de un exceso de humedad que precede al moho, al olor a cerrado y a los desperfectos en las paredes y muebles.
Pero, por suerte, hay muchas fórmulas para acabar con este problema que se origina en esta época del año y una de ellas se ha hecho viral: consiste en colocar arroz o sal en un cuenco o bolsa junto al cristal. Estos ingredientes actúan como absorbentes naturales de la humedad, secando las gotas y manteniendo la superficie limpia.
Los motivos de la humedad
Respirar en un ambiente húmedo no sólo resulta incómodo, también puede afectar a nuestra salida. Las estancias mal ventiladas acumulan vapor y bacterias, lo que favorece la aparición de alergias y afecciones respiratorias. Por esto, es importante entender cómo se forma y cómo se puede eliminar la humedad.
El fenómeno tiene una explicación bastante sencilla. El aire caliente del interior de la vivienda contiene más vapor de agua que el aire frío del exterior. Cuando entra en contacto una superficie fría, como es el caso del vidrio, se enfría y ese vapor se transforma en gotas. Las zonas más afectadas son la cocina, el baño y los dormitorios, provocando fuertes contrastes térmicos.
Los consejos de los que más saben
Los especialistas en climatización insisten en que la condensación no es culpa de las ventajas, sino de la humedad del aire. Así, desde Leroy Merlin se recomienda soluciones estructurales: ventanas de doble acristalamiento o rotura de puente térmico, aislamientos de pared y pinturas de anticondensación. Todos ellos métodos eficaces pero con un gasto económico que no todos los hogares pueden asumir.
Desde Climalit, por su parte, apuntan a medidas más asequibles y esto quiere decir que hay que apostar por mantener una temperatura estable, usar extractores en baños y cocinas y abrir las ventajas unos minutos al día. Según los especialistas, con 15 minutos de ventilación diaria se puede reducir de forma notable la humedad. También se recomiendan deshumidificadores.
El truco que está siendo viral
Mientras que las marcas ofrecen tecnología, las redes sociales han rescatado un remedio doméstico con un truco tan simple como eficaz. Se trata de colocar arroz o sal en un cuenco o bolsa junto al cristal, lo que hará que estos ingredientes actúen como absorbentes naturales de la humedad, secando gotas y manteniendo la superficie limpia. El método no requiere electricidad ni inversión, simplemente hay que renovar el arroz o la sal cada dos o tres días antes de que se saturen. Un gesto sencillo que, de acuerdo a muchos de los que lo han puesto en marcha, mantiene las ventanas secas durante toda la noche.
Los expertos admiten que este tipo de remedios no sustituyen a una buena ventilación ni un aislamiento adecuado, pero reconocen su utilidad como apoyo en hogares con exceso de humedad. Evitar la condensación no exige grandes inversiones, sino constancia y buenos hábitos: ventilar a diario, mantener temperaturas estables y no secar la ropa dentro.
Los beneficios de una buena ventilación
Ventilar en el día a día no sólo sirve para combatir la humedad en casa, también mejora la calidad del aire interior. Elimina el polvo en suspensión, las bacterias y los alérgenos, factores que pueden agravar problemas respiratorios como el asma o la bronquitis. Entre los principales beneficios destacan los siguientes:
- Prevención del moho y los ácaros.
- Protección de la estructura del hogar.
- Reducción de los malos olores.
- Ambiente más saludable.