Un cambio en el sistema de subsidios de nuestro país. Esto es lo que ha pedido la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) al Gobierno español. En concreto en lo referido al subsidio para mayores de 52 años, que consideran supone un desincentivo para que los ciudadanos busquen un nuevo empleo. El organismo explica que como en nuestro país las prestaciones por desempleo constan de dos niveles principales (el seguro de desempleo contributivo y el subsidio por desempleo no contributivo para quienes agotan sus derechos al seguro o no cumplen los requisitos) “el diseño de las prestaciones por desempleo sigue generando desincentivos sustanciales para el empleo de los trabajadores de mayor edad”.
Desde la OCDE detallan que “para las personas de 52 años o más, la prestación por desempleo tiene una duración ilimitada, no está sujeta a la comprobación de recursos a nivel familiar, sino a nivel individual, y se complementa con cotizaciones a la Seguridad Social del 125% de la base mínima de cotización, siempre que cumplan todos los criterios para tener derecho a la pensión contributiva de vejez, excepto la edad”. Así, para este organismo es llamativo también que “esto contrasta con las normas para los trabajadores más jóvenes, para quienes el programa tiene una duración limitada (de 3 a 30 meses), está sujeto a la comprobación de recursos a nivel familiar y no incluye cotizaciones a la seguridad social”.
Que todos reciban la misma ayuda
La OCDE traslada que el pasado mes de junio en España había 766.511 personas que eran beneficiarias de la prestación por desempleo, una cifra que representa “alrededor del 45% del total de los beneficiarios” y remarcan que entre estos “más del del 70% tienen 50 años o más, mientras que a principios de 2017 representaban alrededor del 52%”. Por tanto, el organismo animal gobierno de nuestro país a “reformar la prestación por desempleo no contributiva para que los trabajadores de todas las edades reciban la misma ayuda, restringiendo la acumulación de la pensión únicamente a la fase del seguro de desempleo”.
Este informe elaborado por la OCDE apunta que, aunque esta generosidad adicional para aquellos parados de mayor edad podría proporcionar una mayor protección adicional, “algunos estudios han descubierto que también puede reducir los incentivos para la búsqueda de empleo de los trabajadores de mayor edad, especialmente entre aquellos con bajos ingresos potenciales”.
La prestación no debería depender de la edad
Otra de las posturas que defiende la OCDE en su informe es que “el tipo impositivo de participación (PIT) —la carga fiscal implícita que soporta una persona desempleada al incorporarse al mercado laboral— es elevado para los trabajadores mayores en España, lo que agrava los desincentivos existentes para acceder al empleo”. Por tanto, “una persona desempleada de 52 años que considere un trabajo con salario mínimo puede enfrentarse a tipos impositivos efectivos superiores al 100%, debido tanto a la pérdida de los subsidios por desempleo como a las cotizaciones implícitas del 125% a la pensión vinculadas a estas prestaciones”.
Ante esta situación, la propuesta que se realiza desde la OCDE es que “la duración de las prestaciones por desempleo no contributivas no debería depender de la edad», manteniendo que «las cotizaciones a la pensión deberían limitarse a los beneficiarios del seguro de desempleo y no extenderse a los receptores de la prestación por desempleo”.
Por tanto, si bien es cierto, según la OCDE que la búsqueda activa de empleo es en la actualidad un requisito para recibir la prestación por desempleo se deben hacer “mayores esfuerzos para garantizar el cumplimiento y la participación en los programas de activación, a fin de prevenir la dependencia a largo plazo y el desapego del mercado laboral”.
