Buenas noticias para opositores: aprobar en tiempo récord y conseguir plaza es posible con el método de esta funcionaria

Son muchas las personas que deciden opositar, pero no todas consiguen su objetivo. Parte de ellas, a mita de camino, renuncian a intentarlo porque no tienen el tiempo que se requieren para estudiar. Pero hay ejemplos de opositores que consiguieron su plaza sabiendo compaginar estudio y descanso, incluso con ocio. Elena es una joven española que logró una plaza de enseñanza estudiando a su ritmo, con una app de pomodoro y terapia. Su éxito se basó en escucharse, organizarse y “procrastinando como una campeona”. A un lado dejó el madrugar.

Cómo conseguir plaza sin renunciar a su propia vida

Elena preparó las oposiciones de enseñanza en apenas 10 meses. Su enfoque está dirigido a aquellas personas que necesitan flexibilidad y honestidad: planificación a su medida, bloqueos de estudio realistas y descanso sin culpas. Ella fue a una academia y vivir en casa con los padres le dio tranquilidad en los gasto de alquiler y apoyo económico, algo que “ayuda mucho”.

Cómo organizar el estudio para aprobar en apenas 10 meses

La clave para Elena estuvo en sostener los hábitos simples: bloques de concentración, pausas programadas y métricas que le motivasen. El objetivo era el de avanzar cada día, aunque fuera un poco. Sumar minutos le hacía ver el progreso y cuando no alcanzaba la meta prevista evitaba el sentimiento de culpa y lo reajustaba. Pero advierte de que esto no era “un todo vale”, pues puso mucha constancia aunque la compatibilizó con su día a día habitual. Por tanto, si un día podía estudiar media hora, aceptó que era lo que había y que también sumaba.

Los dos pilares que marcaron la diferencia fueron:

  • App Flora (pomodoro). Le ayudó a dejar el móvil, concentrarse por bloques y ver estadísticas. Según Elena, le debe “la vida”.
  • Terapia psicológica, que le ayudó a entender que “estudiar media hora ya era más que suficiente algunos días”. Además, reforzó el autocuidado, dejó de compararse y rebajó la autoexigencia.

Herramientas y apoyos recomendados

Elena acudió a una academia para encauzar el temario y a una aplicación de pomodoro para ejecutarlo. Por otro lado, la parte emocional, la sostuvo con terapia para respetar los ritmos, el refuerzo positivo y manejo de la culpa.

Su decálogo para el éxito, en el que resume experiencia y quizá pueda servir de guía a otras personas que se enfrentan a una oposición, fue el siguiente:

  • Planificar por bloques semanales realistas y respetar los descansos para evitar el caos.
  • Crear un espacio de estudio ordenado, silencioso y sin distracciones innecesarias.
  • Fijar metas alcanzables en el día a día y ajustar la estrategia según los avances.
  • Usar la memorización efectiva: repetición espaciada, reglas mnemotécnicas y mapas mentales.
  • Priorizar lo que más puntúa revisando áreas clave y exámenes de referencia.
  • Practicar test y simulacros para medir tiempos, errores y progreso real.
  • Constancia: una hora con buena concentración supera a tardes sin dirección alguna.
  • Cuidar el sueño, alimentación, pausas y ejercicio: sin salud no hay rendimiento.
  • Rodearse de apoyo: grupo de estudio, amistadas, academia o mentor que acompañe.
  • Creer en uno mismo, no castigarse por un mal día y saber que cada paso, por pequeño que sea, también cuenta.

No es un manual para opositores

Elena, que contó su experiencia en sus redes sociales, recibió críticas pero ella dejó claro que no quería decir que “sea fácil ni que esto sirva para todas las oposiciones”. Su caso es un ejemplo, pero no un manual universal. La idea central está basada en el realismo y adaptación.