Ni extravíos ni entregas fallidas: este es el pastizal que ganaron unos repartidores… hasta que la Guardia Civil les pilló

Durante años, algunos repartidores encontraron una forma de ganarse un dinerillo extra, aunque no del modo más ético posible, ya que decidieron quedarse con ciertos paquetes que, como se puede deducir, nunca llegaban a sus destinatarios. No se trataba de extravíos casuales ni de errores de logística, ya que en realidad se habían montado todo un sistema para quedarse con paquetes que llevaban dispositivos tecnológicos, ropa de marca y hasta teléfonos móviles de alta gama, los cuales siempre acababan en plataformas de compraventa online a precios muy por debajo del mercado. En total, según los datos de la Guardia Civil, los repartidores implicados llegaron a reunir un botín valorado en más de 50.000 euros.

El caso salió a la luz tras la denuncia de una empresa de paquetería, que detectó pérdidas sistemáticas y productos desaparecidos. El primer paso de la investigación fue la detención de una empleada en Puerto de Sagunto que llevaba años desviando paquetería, sobre todo con artículos tecnológicos, que luego vendía online. El encontrar una serie de precintos rotos y listas de clientes extraídas del sistema de la empresa fue uno de los puntos clave para poder desarticular toda esta operación.

El rastro de los repartidores les llevó hasta Manises y Paterna

La Guardia Civil, tras revisar los movimientos de los repartidores implicados, identificó dos focos principales donde desaparecían los paquetes: Manises y Paterna. En estos puntos, algunos trabajadores habían desarrollado auténticas técnicas para ocultar los robos, como por ejemplo, manipular el GPS de la furgoneta y falsificar firmas de entrega para quedarse con los envíos sin levantar sospechas. Fue arrestado el 8 de abril en la oficina de Paterna, y en su casa encontraron desde material para falsificar sellos hasta armas prohibidas.

Otra de las repartidoras implicadas fue detenida en Manises, justo cuando llevaba uno de los teléfonos robados en el bolsillo, pero es que en su vivienda escondía aún más, encontrando la Guardia Civil toda una colección de dispositivos nuevos, muchos de ellos ya rastreados por las empresas que se habían visto afectadas. También, tal y como se supo posteriormente, había regalado parte del material robado a personas de su entorno.

18.500 euros en móviles desviados desde un centro logístico

Pero es que toda esta operación no terminó ahí, porque el alcance de toda esta red va más allá y llega hasta Monforte del Cid (Alicante), donde encontraron a otro repartidor que había desviado paquetes por un valor de 18.500 euros y que eran sobre todo teléfonos móviles. Al ser arrestado se comprobó que, tal y como pasaba en los anteriores casos, todos estos productos con los que se había hecho de forma ilegal eran puestos a la venta en plataformas de segunda mano, utilizando para ello perfiles falsos y datos manipulados para dificultar su rastreo.

En total, fueron cuatro los repartidores detenidos y las autoridades recuperaron cerca de 50.000 euros en diversos objetos, los cuales actualmente están siendo analizados para devolvérselos a sus legítimos dueños.

Cómo evitar caer en la trampa de los repartidores desleales

La Guardia Civil ha aprovechado este caso para lanzar una serie de recomendaciones tanto a los usuarios como a las empresas, entre las que podemos encontrar algunas tan lógicas y fáciles de llevar a cabo como es revisar siempre el estado de los paquetes, seguir su trazabilidad y no firmar entregas sin comprobar el contenido; y, en caso de duda, es mejor contactar rápidamente con la empresa y avisar de cualquier problema que pueda ocurrir.

Pero no solo eso, ya que también han alertado de los riesgos de comprar productos demasiado baratos en plataformas de segunda mano, ya que tal y como mencionamos, muchos de los artículos robados por estos repartidores aparecieron en anuncios con descripciones genéricas, sin factura ni garantía, y a precios bastante bajos, algo que si nos lo encontramos, podría ser indicio de que el origen de ese producto no es precisamente legal.