La revelación de un experto: hacer pausas en estos intervalos de tiempo te ayudará a reducir el estrés

Puede parecer contrario a lo que solemos escuchar, pero hacer una pausa en el momento justo es una de las claves para rendir mejor y vivir con menos estrés, algo que ha sido avalado por el médico y conferenciante Mario Alonso Puig, una de las figuras más respetadas en el ámbito del desarrollo personal en España. Y es que hacer un descanso cada 90 minutos es lo que realmente permite al cerebro rendir a su máximo nivel sin quemarse por el camino.

El experto lo resume así: “Parar 10 minutos para resetear el cerebro mejora la salud, fortalece el sistema inmune y aumenta la eficiencia”. Es decir, que no debemos entender esas pausas como una pérdida de tiempo, sino como algo que nos va a permitir trabajar mejor, tomar decisiones más adecuadas y reducir de forma importante los niveles de tensión y estrés que acumulamos a lo largo del día, sobre todo tal y como está planteada la sociedad actualmente.

Las pausas nos sirven para acabar con el “piloto automático”

Cada día, muchas personas sienten que no les alcanza el tiempo, llegando a casa agotadas y, aun así, con la sensación de no haber hecho lo suficiente, problema al que podríamos solucionar, precisamente, con las pausas, ya que no parar nunca nos lleva a un estado de sobrecarga continua que disminuye (y mucho) nuestra creatividad, nuestro ánimo y hasta nuestra salud.

Puig recuerda que, aunque vivimos obsesionados con el tiempo medido por el reloj (el cronos), hay otra dimensión igual de importante, y esta es el kairós, término que se refiere a cómo vivimos ese tiempo. En otras palabras, no es solo cuánto tiempo tienes, sino cómo lo experimentas, punto en el que debemos introducir las mencionadas pausas, ya que si no paramos, vivimos arrastrados por una inercia que impide reflexionar, reconectar o simplemente respirar.

Qué debemos hacer en estas pausas para que realmente funcionen

Lo primero que hay que entender es que hacer una pausa no es coger el móvil y mirar las redes sociales, o ponerse a contestar correos o cambiar a una tarea más amena, sino que el verdadero fin de la pausa es, básicamente, no hacer nada. Tal y como funcionamos hoy en día, nos puede parecer raro o incluso una pérdida de tiempo, pero lo que significa parar o detenerse es no llenar ese espacio de tiempo vacío con otros estímulos.

Según Puig, lo ideal es hacer estas pausas de 10 minutos cada 90, y lo que más recomienda para hacer es alejarse del puesto de trabajo, dar un pequeño paseo, tomar un café o incluso conversar con alguien sobre un tema que no tenga que ver con nuestras obligaciones del día a día. Lo importante es que el cerebro salga del estado de alerta y tenga espacio para “repararse”, ya que, como dice el experto, “parar para reparar” es mucho más inteligente que seguir corriendo sin rumbo.

Esto es algo que algunas empresas han entendido y han empezado a implementar, de forma que han incorporado espacios o zonas de descanso o, incluso, lugares de silencio para que sus empleados puedan usar esas pausas y beneficiarse de ellas, de tal modo que se aumenta la calidad del trabajo y se disminuye el riesgo de acabar agotados (algo que puede derivar en una baja laboral).

Otra de las ideas clave que transmite Mario Alonso Puig es que hemos perdido la capacidad de estar en silencio, y todo esto pasa porque vivimos tan acostumbrados al ruido y al movimiento constante que incluso nos incomoda el simple hecho de no hacer nada. Pero precisamente en esos espacios vacíos, es decir, en esas pausas conscientes, es donde puede surgir una mayor claridad en nuestra mente.