Desde el Gobierno de Pedro Sánchez se presume de creación de empleo de calidad, pero los datos dicen que hay que ir con cautela. Con el mejor mes de julio desde 2007 en términos de paro registrado, el volumen de demandantes de empleo apenas se ha movido. Así, muchos se pregunta como es que cae el paro, pero no lo hace el número de los demandantes. La traducción, crecen los ocupados que figuran como demandantes por mejora, inestabilidad o jornadas parciales no deseadas, a los que hay que sumar inactivos que cobran por prestación o subsidio.
Los datos de la discordia sobre el paro
El pasado mes de julio, 1,3 millones de trabajadores con contrato buscaban otro empleo, la cifra más alta desde octubre de 2021. Su peso sobre el total de demandantes estaba en el 30,5%, casi 10 puntos más que en julio de 2019. A la vez, los demandantes de empleo rozaron los 4,3 millones.
Los perfiles de estos profesionales están en el sector servicios, con un 70,5%, y en la agricultura, con un 16%. Se trata de dos ámbitos con mayor presencia de fijos discontinuos y marcados por la estacionalidad. De acuerdo a esta estadística, cuentan como demandantes de empleo los siguientes colectivos:
- Los ocupados que quieren cambiar de empleo.
- Aquellos con disponibilidad limitada.
- Los parados registrados.
- Otros no ocupados.
Por esto la foto del mercado laboral no coincide siempre con el paro registrado.
Las diferencias por comunidades autónomas
Por territorio autonómicos las divergencias son notables:
- En Ceuta y Melilla el porcentaje de demandantes ocupados es del 13,5% y el 17% respectivamente.
- En el otro extremo, País Vasco alcanza el 57,2%, Baleares el 42,6%, Navarra el 38% y la Región de Murcia el 36,2%.
Estas brechas apuntan al peso de la estacionalidad y a la estructura productiva de cada territorio.
El efecto de los fijos discontinuos
Desde Randstad Research considera que el repunte se debe al impulso de los fijos discontinuos tras la reforma laboral: “Es decir, son considerados ocupados, pero no están trabajando activamente, por lo que, pese a no ser parados demandan empleo y, por tanto, sí son demandantes del mismo”.
La reforma laboral redujo de forma drástica la parcialidad a costa de los fijos discontinuos, pero el SEPE no incluye a los inactivos de esta modalidad en su estadística mensual, aunque sí publica los afectados por ERTE. Desde la Unión Sindical Obrera se pide modificar la orden ministerial de marzo de 1985 y sus cambios realizados en mayo de 2005 para diferencia categorías como “en formación”, “fijos discontinuos inactivos” o “en ERTE”, y que converjan los datos de la EPA, Eurostat y el SEPE.
El sindicato obrero considera que “debería quedar clara la diferencia entre quien el SEPE denomina ‘parado registrado’ y un ‘no ocupado’, y adaptar la metodología estadística a la realidad actual, con la claridad y transparencia necesarias para poner los medios y remedios que permitan mejorar el alto paro que padecemos”. Así, de esta manera, “el paro registrado empezaría a coincidir con el paro real”.
Inactividad masiva en 2025
El informa del mercado de trabajo 2025 del SEPE contabiliza 4.283.976 llamamientos que afectaron a 1.397.356 personas. Se formalizaron 2.208.030 contratos fijos discontinuos, por lo que se deduce que al menos 810.000 personas no trabajaron ni un día. En el mes de julio, los demandantes rozaron los 4,3 millones, por lo que si de esta cifra se restan los ocupados y se añaden los fijos discontinuos y los afectados por ERTE, el paro real se sitúa entre 3,7 y 3,9 millones, un 60% más que los parados registrados.