En un momento en el que encontrar empleo estable parece casi una misión imposible sobre todo para los jóvenes, hay una profesión que está logrando lo impensable, y es garantizar trabajo y un sueldo que puede alcanzar los 2.000 euros mensuales en España. Y no, no te hablamos de algo relacionado con la medicina o con una ingeniería, ni siquiera con la informática. Se trata de una profesión poco conocida, a menudo invisible, pero la cual ocupa un espacio muy importante en la sociedad aunque pase desapercibida, y es la tanatopraxia.
Por si no lo sabes, los tanatopractores son esos profesionales que se encargan del último cuidado que reciben las personas antes de su descanso definitivo, es decir, aquellos que les hacen estar más “vivos” a los muertos. Desde luego, no es una salida laboral para todo el mundo, pero lo que sí te podemos asegurar es que está muy demandada, por lo que uno de sus puntos fuertes es la rápida inserción laboral que tiene, además de una remuneración que supera el sueldo de muchos otros trabajos más conocidos.
La tanatopraxia, una profesión con mucho futuro (y sin paro)
Puede que la palabra tanatopraxia no esté en las conversaciones de café, pero es una profesión en auge, ya que tal y como hemos dicho antes, los tanatopractores son quienes preparan a las personas fallecidas para que sus seres queridos puedan despedirse de ellas con serenidad, algo que requiere técnica, formación y, sobre todo, respeto. Esta profesión combina conocimientos de anatomía, maquillaje, reconstrucción facial y acompañamiento emocional, porque no solo se trata de un trabajo manual, sino también humano.
Para ejercer legalmente esta profesión, es imprescindible contar con una titulación homologada por la administración sanitaria y durante la formación se estudian temas tan variados como fisiología, principios éticos, conservación post mortem y técnicas de restauración. Además, se realizan prácticas supervisadas que preparan para trabajar tanto en funerarias como de manera autónoma.
Y aunque no se suele hablar mucho de ello, hay otro dato bastante importante si estás valorando qué quieres hacer el día de mañana, y es que hay más demanda de tanatopractores que profesionales disponibles, es decir, que estamos ante una profesión con poco paro, lo que es casi un lujo en el contexto en el que nos encontramos ahora mismo. Y eso, sumado al sueldo de entre 1.800 y 2.000 euros brutos al mes, la verdad es que convierte a esta profesión en una opción muy a tener en cuenta.
Qué debes tener en cuenta antes de optar por esta profesión
Si te estás planteando dar el paso hacia esta profesión, hay varios aspectos que debes tener en cuenta, y el primero y más importante de todos ellos es que te asegures de que el curso que elijas esté homologado, ya que sin esa acreditación, no podrás ejercer. También es muy importante desarrollar habilidades de comunicación, ya que debes tener en cuenta que los tanatopractores no solo trabajan con cuerpos, sino con familias que atraviesan momentos muy delicados, por lo que la empatía y la contención emocional son parte del día a día.
En cuanto a la organización del trabajo, hay que tener presente que esta profesión requiere disponibilidad casi total, ya que los avisos porque ha muerto alguien y es necesario que acudas no entienden de horarios ni de fines de semana. Esto no significa vivir pegado al teléfono, pero sí adaptarse a turnos rotativos y tener una cierta flexibilidad.
Aparte de todo lo anterior, quienes opten por trabajar por cuenta propia deben invertir en material específico, lo cual puede ir desde productos de maquillaje y conservación, hasta batas, guantes y equipos de higiene. Además, muchos tanatopractores siguen formándose a lo largo del tiempo, con talleres sobre nuevas técnicas de reconstrucción o cursos de actualización química, lo cual es un gasto extra, pero a larga merece mucho la pena.