Las verrugas en el cuello, las cuales normalmente son benignas, pueden llegar a ser una molestia para muchos debido a su roce con la ropa o los accesorios o por motivos estéticos, generando una falta de confianza en quienes las padecen. Pero la buena noticia es que existen soluciones que podemos llevar a cabo de manera rápida, eficaz y muy segura incluso en nuestra propia, gracias a una serie de métodos que los expertos confirman que combinan los resultados visibles con la mínima invasión sobre nuestra piel.
El primer paso para eliminar las verrugas del cuello consiste en comprender su origen y características. Estas lesiones aparecen en la epidermis, la capa superficial de la piel, y suelen presentar una textura rugosa y elevada, aunque algunas pueden ser planas y lisas, especialmente en el rostro. La causa principal es la infección por el virus del papiloma humano (VPH), responsable de las verrugas cutáneas, incluidas las del cuello; pero veamos más acerca de estos bultos que nos pueden salir a todos y cómo vamos a poder deshacernos de ellos de la mejor forma posible.
Métodos caseros para eliminar verrugas de forma segura
Entre los tratamientos que son más accesibles y efectivos, encontramos el ácido salicílico, el cual es el más empleado gracias a su disponibilidad sin necesidad de contar con receta médica, siempre y cuando tenga una concentración que vaya del 17% al 40%. Y es que este compuesto actúa sobre nuestra piel suavizando la verruga, lo cual facilita por mucho la eliminación de la misma de una forma progresiva y con un procedimiento que es bastante sencillo, ya que no único que tendremos que hacer es remojar la lesión con agua templada, retirar suavemente la piel muerta con una piedra pómez o lima y aplicar este ácido diariamente sobre ella.
Es cierto que este método no es algo inmediato y que pueden ser necesarias varias semanas para que las verrugas hayan desaparecido por completo, pero como ya hemos comentado, es uno de los mejores procedimientos que podemos hacer y, si continuamos haciéndolo una o dos semanas más después de que esta lesión haya desaparecido, obtendremos mejores resultados y una probabilidad muy baja que vuelvan a aparecer.
Otra alternativa casera sencilla es la aplicación de cinta adhesiva sobre la verruga durante ciclos de cinco a siete días o por la noche, a lo que hay que añadir que algunos estudios sugieren que la cinta de plata, por su mayor adherencia, podría ser más efectiva. Aunque el mecanismo exacto no se conoce con certeza, se cree que la privación de oxígeno y la eliminación de partículas virales junto con la piel muerta contribuyen a la desaparición de la lesión.
Opciones médicas para verrugas resistentes
En caso de que estos métodos caseros no sean suficientes, siempre es recomendable que acudamos a un dermatólogo profesional, ya que estos cuentan con una serie de procedimientos médicos que son realmente efectivos, como por ejemplo la crioterapia, con la cual se congela la verruga con nitrógeno líquido provocando que se elimine al cabo de unos pocos días.
Hay otros tratamientos, como la electrodesecación y el legrado, los cuales permiten retirar la verruga mediante una corriente eléctrica y su posterior raspado, aunque es necesario señalar que con ambas, el riesgo de que quede una cicatriz es mayor, motivo por el cual solo se recomiendan cuando las verrugas son persistentes y solo pueden hacerlos los médicos preparados para ello.
De todos modos, escoger entre un tratamiento u otro es algo que se determina por una serie de factores, tales como el tamaño, la cantidad, la localización y la respuesta a terapias previas, por lo que consultar con un especialista para que nos recomiende qué es lo mejor para nuestro caso siempre va a ser la mejor opción para evitar dolores innecesarios y que todo se haga de la forma más segura y rápida posible.