Mar Carlavilla, Irantzu Laucirica y Lucía Denche
Los datos no dejan lugar a dudas. La exclusión severa, según el Informe sobre exclusión y desarrollo social de 2014 de Fundación Foessa y Cáritas, se ha incrementado en un 82,6 % en los últimos meses y afecta a cinco millones de personas en nuestro país. La vulnerabilidad y la precariedad social son datos alarmantes, afectando de forma especial a mujeres, mayores y niños.
Actualmente miles de personas están viviendo en la calle, donde se ven vulnerados sus derechos, ya que en el artículo 47 de la Constitución Española dice que: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada”.
Sin embargo, debido a las “Políticas de Austeridad”, están habiendo reducciones de ayudas, subsidios, que afectan a la población con menos recursos económicos.
El denominado: «sinhogarismo» es la peor de las consecuencias que pueden surgir de la actual situación de crisis. Se caracteriza por ser una situación de vulnerabilidad y desestructuración familiar, social, y por supuesto, económica:
- Desestructuración familiar, debido en múltiples ocasiones independientemente de la razón, la familia les da la espalda (divorcios, adicciones, etc.).
- Social, por el hecho de ser una persona sin hogar la sociedad los etiqueta como personas no gratas porque están sucias, consumen drogas, roban, etc. Estigmas y mitos que muchas veces no son ciertos. Llegando a tal punto que muchas veces se convierten en invisibles para la sociedad.
- Económico porque la situación en la que se encuentran es debida a que no tienen derecho a ninguna ayuda o prestación por no cumplir con los requisitos establecidos.
Es decir, es un proceso largo y traumático que se origina a raíz de un determinado hecho en la vida y termina en la más absoluta situación de exclusión. Por ejemplo, divorcios en los que la persona pierde el derecho de residir en su hogar, tener la obligación de pagar una prestación a su ex pareja, perder el empleo, etc. Finalizando con una situación de depresión y comienzo de consumo de alguna sustancia.
Metodología actual
Actualmente para dar solución al «sinhogarismo» se utiliza un proceso escalonado donde la persona debe ir paso a paso cumpliendo objetivos para poder conseguir mayor autonomía o la independencia.
Sin embargo, los resultados no son muy favorables y muchos antes de conseguir su objetivo principal abandonan el proceso y vuelven a la calle. Por ello, actualmente se está poniendo en marcha un método que comenzó a ponerse en práctica en Nueva York llamado, Housing First
Este método es totalmente contrario al que está establecido, ya que la persona sin hogar pasa directamente a vivir en una vivienda individual de manera permanente, digna y adecuada a sus necesidades. Ya que va dirigido a aquellas personas que viven en la calle y, en especial, a aquellas que están en una situación cronificada ya sea por enfermedad o por tener alguna adicción
En esa vivienda se da apoyo a la persona en lo que necesite a través de un equipo profesional y/o por alguna persona voluntaria. Y se precisará de una persona mediadora para comprobar y apoyar a la persona en las actividades diarias.
¿Como mejorar la calidad de vida de las personas sin hogar?
Para paliar esta situación Mar Carlavilla propone: Para empezar, sin una garantía al derecho a la educación y a una sanidad públicas, universales y de calidad, no se puede avanzar en el desarrollo social. Igualmente, políticas para favorecer un empleo digno o un una garantía de ingresos mínimos, mediante subsidios cuando existe dificultad real en el acceso. Desde las administraciones hay que atender a la cobertura de las necesidades básicas de las familias, poniendo especial énfasis en situaciones nuevas de exclusión social como el aislamiento de mayores o personas con discapacidad, pobreza energética o trabajadores que no consiguen salir de la pobreza. La garantía a una vivienda es sin duda una prioridad esencial, por lo que hay que promover medidas antidesahucio, alquileres sociales y viviendas de acogida en caso de necesidad. El tener un hogar condiciona el acceso al mundo laboral, a los servicios sociales y a las prestaciones sanitarias.
Por último, es necesario prestar atención especial a los niños y jóvenes en situación de pobreza, cubriendo necesidades básicas, que incluyan ocio infantil. Y promover la atención psicosocial de las personas en situación de vulnerabilidad, para que puedan avanzar de forma responsable en la toma de decisiones para su desarrollo.
Solo el compromiso de blindar las prestaciones sociales, puede revertir esta situación. “Rescatar a las personas” debe convertirse en la prioridad política.
Desde el punto de vista de Lucía Denche se debería dar un servicio más globalizado y personalizado, estudiando la situación de cada persona. No buscar soluciones a corto plazo.
Los Centros dedicados a ayudar a las personas sin hogar, no deberían ser meros centros de acogida, donde poder dormir y comer, sino un Centro en el cual haya un compromiso por ambas partes, por parte de los profesionales y por parte de los usuarios.
Empezando desde el propio Centro, donde los usuarios tengan adjudicadas diferentes tareas, horarios, una serie de obligaciones, acompañados por el personal del centro, pero que ellos se sientan autónomos, que vuelvan a aprender hábitos cotidianos.
El punto de partida para trabajar con ellos debería ser recabar todos sus datos personales, edad, sexo, origen, profesión, situaciones vividas,… Todo lo necesario para poder entender su situación actual, Por qué vive en la calle.
Tenemos que tener en cuenta que cualquiera de nosotros podemos llegar a esta situación, un divorcio, la pérdida de empleo, dificultades económicas, un desahucio o la falta de apoyo de familiar y amigos. Todo esto son factores que provocan que determinadas personas acaben estando sin hogar.
Ya que estas personas no siempre vivieron ahí, sino que por una serie de factores sociales, personales y económicos, se ven ahora en esa situación.
Desde los Centros de Atención a Personas Sin Hogar se debería dar un trabajo coordinado con otros Centros como por ejemplo Asociaciones de ludopatía, alcoholismo, Servicios de búsqueda de empleo o Asesoramiento laboral, Formación, y Asistencia Psicológica.
Es muy importante trabajar la autoestima, que vuelvan a valorarse, ya que durante mucho tiempo han sido invisibles en las calles, han notado el rechazo de la sociedad y la incomprensión.
Hay que conseguir una recuperación personal para que sea posible la integración social.
Licenciada en Periodismo y Doctorada en Estudios Internacionales del Mediterráneo, es experta en Intervención social con perspectiva de género. Articulo completo aquí.
Graduada en Trabajo Social por la Universidad de Deusto de Bilbao. Escribe habitualmente en su blog Irantzulau.wordpress.com. Articulo completo aquí.
Diplomada en Educación Social por la Universidad de Extremadura. Articulo completo aquí.