Muchos de los gestos que realizamos a diario pueden pasar desapercibidos, como por ejemplo arrancar el coche, pero eso no significa que carezcan de importancia y que no puedan ser algo beneficioso para nosotros o, como es este caso, algo que nos pueda llegar a costar una fortuna. Y es que este simple hecho de llegar al garaje, meternos en nuestro vehículo, girar la llave (o pulsar el botón de arranque) y salir inmediatamente puede ser para nosotros lo normal y nada que llegue a resultar grave.
Pero nada más lejos de la realidad, ya que según expertos y mecánicos esto podría estar afectando al motos de nuestro coche y a su funcionamiento interno, llegando a causar una avería que no solo sea importante, sino que te suponga un destrozo a nivel económico.
No lo decimos por meter miedo ni por exagerar, ya que esto ha sido avalado por varios talleres especializados y mecánicos con experiencia que han empezado a poner el foco en este problema, y las cifras hablan por sí solas: por no esperar unos segundos tras arrancar, hay conductores que han terminado pagando entre 2.000 y 5.000 euros en reparaciones. Veamos en este artículo qué es lo que le puede pasar al motor de tu coche exactamente y qué es lo que debes hacer para evitar una visita al taller antes de que sea demasiado tarde.
¿Qué le pasa al motor cuando arrancamos sin esperar?
El error está justo ahí: arrancar y salir sin dar ni un respiro. Cuando el coche ha estado parado muchas horas (por ejemplo, después de toda la noche o una jornada laboral) el motor está frío y, lo que es aún más importante, el aceite está reposado en el cárter, sin haber lubricado todavía todas las piezas que lo necesitan para funcionar correctamente.
Si arrancas y te vas al instante, lo que estás haciendo es obligar al motor a trabajar sin esa película protectora que el aceite crea cuando está bien distribuido, es decir, es como hacer que todas esas piezas metálicas se muevan unas contra otras “en seco”, provocando un desgaste anticipado que, aunque no se note al principio, a la larga termina por pasar factura.
Según han explicado algunos expertos en mantenimiento, los daños más habituales por esta práctica afectan a elementos tan importantes como los pistones, el cigüeñal o los cojinetes del motor, y reparar cualquiera de estos componentes, en el mejor de los casos, no baja de los 2.000 euros. Si el daño es más profundo, hablamos directamente de sustituir el motor… y eso ya son palabras mucho mayores.
Qué podemos hacer para evitar todos esos daños en el motor
La buena noticia es que todo esto se puede prevenir de una forma muy sencilla y es simplemente esperar entre 30 y 40 segundos después de arrancar antes de poner el coche en movimiento, lo que es algo positivo ya que ni siquiera hace falta estar minutos parado ni acelerar el motor para “calentarlo” como se hacía antes. No, con dejar que el coche esté encendido unos segundos mientras el aceite empieza a circular por todo el sistema es suficiente, pudiendo aprovechar además ese poco tiempo para acomodarnos, ponernos el cinturón, ajustar correctamente los espejos retrovisores, etc.
Y es que muchos talleres han coincidido al afirmar que si todos los conductores hicieran esto siempre, es decir, que lo incorporasen a su rutina diaria, el número de averías relacionadas con el desgaste interno del motor se verían muy reducidas, por lo que podemos decir que el daño del motor no es siempre por cómo conducimos, sino más bien de cómo arrancamos.